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Pakistán: ataques letales y coordinados

Comandos armados dieron muerte a al menos 37 personas en arremetidas contra edificios de las fuerzas de seguridad en la ciudad de Lahore, en el este de Pakistán.

15 de octubre de 2009

La Oficina Federal de Investigación (FIA, por sus siglas en inglés, donde se llevan a cabo las operaciones contrainsurgentes) y dos centros de entrenamiento de la policía fueron los objetivos de los atacantes. Al menos 26 muertos se presentaron tanto en los ataques como en los enfrentamientos entre la policía y los militantes radicales.

"Hallamos granadas y un chaleco con explosivos cerca de un cadáver. Dos cuerpos se encontraron en la puerta principal. El edificio fue desalojado y los empleados están a salvo", dijo un vocero de la policía paquistaní.

De acuerdo con información oficial, entre 300 y 500 personas estaban trabajando en el edificio de la FIA cuando se produjo el atentado.

En el ataque contra una de las estaciones de policía participaron tres hombres armados, mientras que el otro centro de entrenamiento fue atacado con granadas, dijo la policía.

Desde el inicio de 2009, Lahore, centro de la vida cultural de Pakistán y una de las ciudades más liberales del país, ha sido uno de los escenarios de la violencia asociada con militantes radicales paquistaníes.

Poco antes, en la ciudad de Kohat -noroeste del país- un atacante suicida estrelló un automóvil contra una estación de policía. En el incidente murieron ocho personas, entre civiles y policías.

Preocupante coordinación
Según el periodista de la BBC Adam Mynott, especialista en temas internacionales, estos ataques muestran cuán sofisticados y temerarios se han convertido los grupos insurgentes en Pakistán. También señala que hay un creciente grado de cooperación entre las diferentes organizaciones radicales de ese país.

El fin de semana, militantes islámicos lanzaron un atrevido ataque contra el fuertemente custodiado comando central del ejército en Rawlpindi. Y hace poco más de una semana un atacante suicida dio muerte a cinco integrantes de las Naciones Unidas en la capital, Islamabad.

Mynott agrega que en los próximos días se espera una ofensiva gubernamental en Waziritán del Sur, controlado por el Talibán, organización a la que las autoridades atribuyen la gran mayoría de los recientes ataques.

Sin embargo, en el ataque en Lahore -en la zona conocida como el Punjab- es probable que hayan colaborado grupos basados en la región y que en el pasado incluso recibieron el respaldo del gobierno.

Si esa colaboración cercana existe -concluye Mynott- entonces "la amenaza a la estabilidad de Pakistán es severa".

Semanas de sangre
La violencia en la nación asiática se ha intensificado en las dos últimas semanas con ataques en diferentes puntos del país.

En uno de los atentados más dramáticos, un grupo de sujetos atacó, en marzo, al equipo de cricket de Sri Lanka. Seis personas murieron en el incidente.

En junio, un prominente clérigo que se opone al Talibán murió en una escuela religiosa que fue blanco de un atacante suicida.

El corresponsal de la BBC en Islamabad, Aleem Maqbool, señaló que ninguna organización se ha atribuido la autoría de los ataques. Si embargo, el dedo acusador apunta hacia el Talibán, quien hace dos semanas amenazó con ejecutar una ola de atentados contra las fuerzas de seguridad si no culmina la persecución contra sus miembros.

En las últimas tres semanas, cien personas han muerto por los ataques producidos en el país.

AP.