Home

Mundo

Artículo

Mahmud Abbas, líder de la Autoridad Nacional Palestina, muestra ante la asamblea general de ONU la carta para solicitar el reconocimiento de Palestina como Estado. | Foto: Richard Drew/AP

MUNDO

Palestina busca de nuevo su reconocimiento como Estado en la ONU

Las autoridades palestinas buscarán en la asamblea general su reconocimiento como Estado observador o no miembro, lo que les permitiría acceder a organismos como la Corte Penal Internacional. Para ello tienen el apoyo de más de 150 países.

27 de septiembre de 2012

Los palestinos intentarán de nuevo a partir de este jueves que la ONU les reconozca como Estado, aunque esta vez lo harán por la vía de la Asamblea General en lugar de la del Consejo de Seguridad, donde sus aspiraciones quedaron bloqueadas en el 2011 por la oposición de Estados Unidos.
 
La Asamblea no puede reconocerles como integrantes de pleno derecho de la organización tal como pretendían el año pasado, pero sí como Estado observador o no miembro, el mismo estatus que tiene el Vaticano y que les podría permitir, entre otras cosas, acceder a organismos como la Corte Penal Internacional (CPI).
 
A diferencia de la opción del Consejo de Seguridad, donde no consiguieron suficiente apoyo para contrarrestar el poder de veto de EEUU, el reconocimiento como Estado observador sólo precisa de la mayoría de los votos de la Asamblea, que los palestinos tienen ampliamente garantizada.
 
De acuerdo con sus cálculos, entre 150 y 170 de los 193 países miembros de la ONU están dispuestos a apoyar su petición, entre ellos casi todos los latinoamericanos, todos los árabes, gran parte del resto de asiáticos y africanos y cerca de la mitad de los europeos.

Un considerable espaldarazo moral a los ojos del mundo, que además les abriría la puerta al ingreso en otras agencias de Naciones Unidas y al recurso a los tribunales internacionales, algo especialmente temido por Israel.
 
La CPI rechazó el pasado abril una demanda palestina sobre supuestas violaciones de los derechos humanos en Cisjordania con el argumento de que no eran miembros plenos de la ONU y los palestinos aseguran que piensan acudir de nuevo a la Corte tras el reconocimiento de la Asamblea General.
 
El Gobierno de EEUU ha presionado en las últimas semanas al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, para que no llevase su petición a la Asamblea o al menos para que la retrasase, sabedor del profundo malestar que causa en la administración israelí la idea de que salga adelante.
 
Pero los palestinos insisten por el momento en su intención de presentarla, aunque han aceptado esperar para hacerlo hasta después de las elecciones norteamericanas del 6 de noviembre, aseguraron a Efe fuentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), encargada de representarles en la ONU hasta el momento como "entidad observadora".
 
La fecha elegida en principio para la votación es la del 29 de noviembre, cuando la Asamblea General se reúna con motivo del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino.
 
Hasta entonces y desde que Abás concluya mañana su intervención ante el plenario, los palestinos intentarán negociar con el resto de países un borrador de declaración, que incluya el reconocimiento de un Estado en las fronteras anteriores a 1967 con Jerusalén Este como capital.
 
"Queremos hacer un borrador con todos, la Unión Europea (UE), la Liga Árabe y el resto de países. No presentar uno por nuestra cuenta", afirmó el pasado jueves el jefe negociador palestino, Saeb Erekat, para quien habrá "un antes y un después" del respaldo de la ONU, que "cambiará los términos de negociación con Israel".
 
A su juicio, tras el reconocimiento como Estado por una gran mayoría de la Asamblea, "ningún israelí podrá ya referirse a los territorios ocupados como territorios en disputa" ya que Palestina "será oficialmente un Estado bajo ocupación".
 
Israel, que ha construido hasta el momento 120 asentamientos en los territorios ocupados durante la guerra de 1967 en los que viven más de medio millón de israelíes, considera que muchos de esos lugares forman ya parte de su Estado y los reclama para sí en la negociación.
 
Para Erekat, sin embargo, la solución de dos estados es "la única que continúa siendo válida" y no la "solución de un Estado que pretende imponer Israel por la vía de los hechos consumados".
 
Lo cierto es que con las negociaciones con Israel estancadas desde hace dos años, una crisis financiera que ha ocasionado este mes las primeras protestas sociales en Cisjordania y un proceso de reconciliación con Hamás que no acaba nunca de concretarse, la opción de volver a la ONU es de las pocas que le quedan a Abás para intentar contener la creciente frustración popular.
 
EFE