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Werner Mauss. | Foto: Archivo particular

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El exespía alemán que trabajó para el ELN aparece en los 'Panama Papers'

El controvertido espía alemán Werner Mauss, que en los años 90 terminó involucrado en escándalos en Colombia, habría usado una identidad falsa para manejar fondos a través de Mossack Fonseca.

5 de abril de 2016

Werner Mauss, una de las figuras más oscuras del espionaje del último medio siglo en el mundo, protagoniza ahora una denuncia realizada en la mañana del martes por el Süddeutsche Zeitung. El diario alemán tiene en su poder los 2,6 terabytes de datos de la firma panameña Mossack Fonseca y dirige desde el pasado domingo, junto con 376 periodistas de todo el planeta, la filtración más grande de la historia, conocida como ‘Panama Papers‘.

En un artículo titulado ‘El fantasma‘ los periodistas Gianna Niewel, Frederik Obermaier y Bastian Obermayer informan sobre la existencia de al menos 12 firmas fantasma que, según los Panama Papers, Werner Mauss manejaba y, en parte, todavía maneja a través de Mossack Fonseca.

Las firmas habrían sido fundadas entre 1980 y el 2014 en Panamá y en las Antillas Neerlandesas. De las 12, dos (Transacta Valores y Nolilane) ya eran conocidas, puesto que el propio Mauss hace unos años había admitido su existencia.

Las otras diez, sin embargo, eran desconocidas hasta hoy. Se trata de Boreal Management, Capriccio Management, Bradler International, Corporación de Inversiones Cascabel, Goldborn Overseas, Goodwin Holdings Corp, Nerball Enterprises, Zabo S. A., Baird Ressources y Anysberg International.

De estas, cuatro habrían estado activas hasta finales del 2015. Y hasta comienzos de marzo del 2016, la empresa llamada Nolilane habría estado registrada como propietaria de la mansión en que, hoy por hoy, Mauss vive en Altstrimmig, un municipio del estado federado de Renania-Palatinado.

Según el Süddeutsche Zeitung, la Fiscalía de la ciudad de Bochum investiga desde hace algún tiempo a Mauss por presunta evasión de impuestos.

Las operaciones de Mauss están rotuladas como confidencial “dada la prominencia del dueño final” y como un “cliente muy prometedor” que merece un “tratamiento muy especial”.

Los cuidados de los empleados Mossack Fonseca tienen una explicación clara. Werner Mauss fue espía del gobierno alemán durante varias décadas y durante su labor se convirtió en el protagonista de controversias.

Mauss es recordado en Colombia, en especial, por su polémica labor como enviado secreto del gobierno alemán en los años 80 y 90. En 1983 y 1988, Mauss lideró misiones para negociar la liberación de ciudadanos de Alemania secuestrados por la guerrilla del ELN. Hasta 1996, además, apoyó los acercamientos entre el gobierno de Ernesto Samper y esa misma organización. Sin embargo, ese mismo año sus labores secretas terminaron en el ojo del huracán. Mauss había vuelto a Colombia para negociar un nuevo rescate: el de la alemana Brigitte Schoene, esposa del presidente de la empresa BASF en el país. Pero mientras intentaban sacar a Schoene clandestinamente del país, terminó en manos del Comando Antiextorsión y Secuestro de la Policía en el aeropuerto de Medellín. La Fiscalía acusó a él y a su esposa de secuestro y extorsión, y ambos terminaron en la cárcel.

Pocos meses después, la justicia los absolvió y Mauss volvió a Alemania.

¿Cómo lo hizo?

Basado en hallazgos hechos en los Panama Papers, el periódico alemán sostiene que para crear y administrar en silencio sus firmas fantasma a través de los años, Mauss se habría valido de un viejo truco típico de un espía: usar una identidad distinta a la suya.

De esta manera, Mauss no aparece una sola vez con nombre propio en los documentos filtrados, sino que las 12 firmas y las cuentas bancarias que manejaba están a nombre de otra persona: un tal Claus Möllner.

En los documentos filtrados, Claus Möllner figura con un pasaporte alemán vigente expedido el 16 de mayo del 2014 (ver copia). Sin embargo, como escriben los periodistas, “este Claus Möllner no existe. Möllner es Mauss”. Según el diario, se trataría de un “pasaporte auténtico con un nombre falso”, al cual sólo tienen acceso “personas en programas de protección de testigos y en los servicios secretos, así como agentes infiltrados”.

Los periodistas añaden que en los Panama Papers Werner Mauss aparece también con el alias ‘Richard Nelson’ y que el seudónimo Alexander Nelson presuntamente corresponde a su hijo.

¿Para qué lo hizo?

Los periodistas no han hallado aún evidencia contundente de por qué Werner Mauss usó durante 35 años firmas anónimas para manejar millonarias sumas. Pero plantean algunas hipótesis.

“Una conjetura obvia sería que Mauss usó estas firmas y cuentas anónimas para cobrar las provisiones de sus negocios secretos sin atraer atención”, escriben. Y continúan: “A unos guerrilleros colombianos no se les puede hacer un giro en el orden de las siete cifras de cualquier banco. Una firma en Panamá con una cuenta en Las Bahamas habría sido ideal para este fin en los años 80 y 90, cuando los bancos todavía tenían reglas bastante laxas”.

Según el Süddeutsche Zeitung, los Panama Papers contendrían indicios de que algunas de las firmas de Mauss tenían o tienen cuentas bancarias en bancos como UBS en Hamburgo y Las Bahamas, en el Dresdner Bank de América Latina y en el panameño Multibank.