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Papa Francisco | Foto: Archivo SEMANA

RELIGIÓN

El papa responde con elogios al calor del pueblo paraguayo

En su primer discurso en Paraguay, el pontifice elogió los esfuerzos del país por el progreso y por la construcción de un gobierno democrático.

10 de julio de 2015

En su primer discurso en Paraguay, durante el encuentro con las autoridades, Francisco elogió que "desde hace ya algunos años, Paraguay se está comprometiendo en la construcción de un proyecto democrático sólido y estable".

También tuvo palabras de encomio a los esfuerzos para que el país "progrese por la senda del crecimiento económico" y destacó como se han dado "pasos importantes en el campo de la educación y la sanidad.

"Que no cese el esfuerzo de todos los actores sociales, hasta que no haya más niños sin acceso a la educación, familias sin hogar, obreros sin trabajo digno, campesinos sin tierras que cultivar y tantas personas obligadas a emigrar hacia un futuro incierto; que no haya más víctimas de la violencia", clamó.

En su alocución en el palacio presidencial ante el presidente, Horacio Cartes, y otras autoridades, agregó su satisfacción por "lo mucho que se ha avanzado en este camino gracias al esfuerzo de todos, aun en medio de grandes dificultades e incertidumbres".

"Les animo a que sigan trabajando con todas sus fuerzas para consolidar las estructuras e instituciones democráticas que den respuesta a las justas aspiraciones de los ciudadanos", agregó.

Francisco también destacó la forma de gobierno adoptada en la constitución paraguaya "democracia representativa, participativa y pluralista" respecto a la "democracia formal", que se "contentaba con estar fundada en la limpieza de los procesos electorales".

Animó al diálogo "como medio privilegiado para favorecer el bien común" y en basarse en el amor para "crecer cada día más en gestiones transparentes y que luchan impetuosamente contra la corrupción".

Abogó a los gobernantes paraguayos a que los pobres y los necesitados ocupen un lugar prioritario.

Francisco, como ya ha hecho en los anteriores países que ha visitado, ofreció "la colaboración de la Iglesia católica en el afán común por construir una sociedad justa e inclusiva".

El pontífice argentino también dijo "que no es difícil sentirse en casa en esta tierra tan acogedora" y subrayó "el calor de la hospitalidad y cercanía de sus gentes".

Francisco también recordó la "terrible guerra, el enfrentamiento fratricida y la falta de libertad" que se ha vivido en el pasado.

"¡Cuánto dolor y cuánta muerte!", exclamó para después calificar de "admirable el tesón y el espíritu de superación del pueblo paraguayo para rehacerse ante tanta adversidad y seguir esforzándose por construir una Nación próspera y en paz".

No olvidó a "los miles de paraguayos sencillos, cuyos nombres no aparecerán escritos en los libros de historia, pero que han sido y seguirán siendo verdaderos protagonistas de la vida de su pueblo".

Y reconoció, "con emoción y admiración, "el papel desempeñado por la mujer paraguaya en esos momentos dramáticos de la historia".

Por ello, pidió para garantizar la paz "evitar gestos arrogantes, palabras hirientes, actitudes prepotentes, y fomentar en cambio la comprensión, el diálogo y la colaboración.