Home

Mundo

Artículo

En el extremo de la derecha se puede ver al papa, mientras comparte con los trabajadores que regularmente almuerzan en la cafetería. | Foto: AP

CURIOSIDAD

¿Papa para el almuerzo o almuerzo con el papa?

El papa Francisco apareció este viernes sin anunciarse en la cafetería de los trabajadores del Vaticano e hizo fila, bandeja en mano, junto con los comensales.

25 de julio de 2014

El especial de este viernes en la cafetería de autoservicio del Vaticano fue: almuerzo con el papa.

El máximo pontífice apareció en la cafetería de los trabajadores del Vaticano para sorpresa de los comensales. Francisco se sirvió un plato de bacalao, un plato de pasta fusilli sin salsa, una guarnición de tomates a la parrilla y algunas papas a la francesa.

Cuando el papa presentó su bandeja ante la cajera Claudia Di Giacomo, ella "no tuvo el valor de entregarle la factura", informó el diario vaticano L'Osservatore Romano.

Francisco se sentó en una mesa donde tuvo como compañeros a varios empleados de la farmacia del Vaticano y conversó con ellos. Les dio la bendición a los comensales y se tomó fotos con algunos de ellos, dijo el chef de la cafetería, Franco Paini.

El actual papa se ha caracterizado por sus gestos de humildad y sencillez. En marzo de este año, sorprendió a la gente al confesar sus pecados en público a un sacerdote común en la Basílica de San Pedro.

En otra ocasión, en su saludo habitual a los peregrinos que acuden a la Basílica, el Sumo Pontífice detuvo su paso para darle un abrazo a un hombre que padecía de neurofibromatosis.

En la ocasión, Bergoglio tuvo en su regazo al hombre enfermo durante varios minutos, después lo tomó del rostro y le dio su bendición. Fue un acto que los fieles consideraron como demostración de amor hacia los enfermos.

Otro de sus momentos más recordados ocurrió con un colombiano: un niño, Jean, quien se abalanzó a abrazarlo durante otra celebración religiosa. 

El 'niño de amarillo' como se le identificó, se mostró contento y durante algunos momentos se aferró a una pierna del papa Francisco, quien le dedicó unas cariñosas caricias en la cabeza y nunca pareció incomodarse. El pequeño incluso saludó a la audiencia y tomó asiento en la silla del Papa, para la diversión de los espectadores.

En contraste con el hecho del día de hoy, el papa por lo general come en la casa de huéspedes del Vaticano, en la que vive.