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Papa pide perdón por abusos, miles marchan contra él

Un contrito papa Benedicto XVI aseguró el sábado estar avergonzado por el "inenarrable" abuso sexual de menores por parte de sacerdotes y dijo a los feligreses británicos en su sermón en una misa en la catedral de Westminster que lo sentía profundamente.

NICOLE WINFIELD (AP)
18 de septiembre de 2010

El Papa también manifestó su esperanza de que la humillación de la Iglesia católica contribuya al consuelo de las víctimas y dijo que espera que la institución sea capaz de usar su acto de contrición para purificarse de los "pecados" de sus sacerdotes y renovar su compromiso de educar a los jóvenes.

El pontífice encaró de frente el escándalo de abusos durante su homilía en la sede del catolicismo inglés, que fue transmitida en vivo por la televisión británica, un día después que seis hombres fueron arrestados por una supuesta conspiración en su contra.

Los seis seguían detenidos el sábado. La policía informó que fueron arrestados "bajo sospecha de la comisión, preparación o instigación de actos de terrorismo".

El Vaticano dijo que el Papa fue informado sobre los arrestos, que estaba tranquilo y que no se planeaban cambios en su itinerario. El vocero Federico Lombardi dijo el sábado que a la comitiva papal la supuesta conjura no le pareció "una preocupación mayor".

El escándalo de los abusos sexuales siguió empañando la visita de cuatro días a una nación profundamente laica con siglos de resentimiento anticatólico. Las encuestas mostraron una insatisfacción generalizada de los británicos por el modo en que el pontífice ha manejado la crisis y los católicos se han mostrado casi tan críticos como el resto de la población.

La indignación es intensa en Gran Bretaña en parte por la enorme magnitud del escándalo en la vecina Irlanda, donde informes del gobierno han detallado el abuso sistemático de niños en escuelas administradas por la Iglesia y el encubrimiento por parte de las autoridades eclesiásticas.

Horas después de la misa, miles de personas marcharon desde el Hyde Park a Downing Street, donde está la sede del Ejecutivo, para protestar contra las posiciones del Papa respecto de la homosexualidad, el aborto y el uso de condones para prevenir el sida.

"El Papa está equivocado, ponte un condón", decían algunos carteles. Otros rezaban: "El Papa protege a sacerdotes pederastas".

El pontífice estaba a varios kilómetros de allí, en la nunciatura apostólica en Wimbledon, pero había señales crecientes de que podría reunirse el mismo sábado con víctimas británicas de abusos.

Chris Daly, un vocero de las víctimas en Escocia, dijo que las palabras del pontífice eran bienvenidas pero que los perjudicados querían ver algo más que palabras: un reconocimiento por parte de la jerarquía eclesiástica de sus fallas y del encubrimiento, además de apoyo material.

"Debe haber una admisión de responsabilidad y la verdad es de suma importancia aquí, donde la Iglesia ha sido cómplice en el encubrimiento del abuso", afirmó. En Escocia, se presentó una demanda judicial en nombre de más de 500 personas que denunciaron haber sido víctimas de abuso, pero el caso fue bloqueado porque los presuntos delitos habían prescrito.

Entre los feligreses en la catedral estuvieron el ex primer ministro Tony Blair, recientemente convertido al catolicismo, y su esposa Cherie.

"Manifiesto mi profundo pesar por las víctimas inocentes de estos crímenes inenarrables, junto con mi esperanza de que el poder de la gracia de Cristo, su sacrificio de reconciliación, lleve profundo consuelo y paz a sus vidas", dijo el Papa.

Benedicto XVI reconoció la vergüenza y humillación que todos los fieles han padecido como consecuencia del escándalo y confió en que ellas contribuyan "al consuelo de las víctimas, la purificación de la Iglesia y la renovación de su compromiso permanente con la educación y el cuidado de los jóvenes".

El Papa inició su jornada en una reunión con el primer ministro David Cameron, el viceprimer ministro Nick Clegg y la líder de la oposición Harriet Harman. Allí, el pontífice ofreció sus condolencias a Cameron por la muerte de su padre, según Lombardi y recibió regalos de los tres dirigentes, incluidos dibujos hechos por los hijos de Clegg.