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PASTORA DISPARA DESDE EL AIRE

El bombardeo al aeropuerto de Managua fue el preludio de dos ataques similares más. ¿Qué hay tras esos golpes de la "contra"?

10 de octubre de 1983

El Cessna de dos motores hizo un brusco viraje y se lanzó en picada. Sus pilotos ya habían logrado realizar en ese momento la parte más difícil de su misión: volar a baja altura sobre el mar Pacífico, esquivando las áreas no cubiertas por el radar nicaraguense, y luego descolgarse de norte a sur, sobre el Lago de Managua, hasta toparse con el aeropuerto de la capital nica. Nada podía fallarles ahora. Lo que restaba por hacer sería cosa de segundos, tras los cuales escapar hacia un refugio no tendría mayores problemas. En realidad, nada había molestado su vuelo intruso. Las defensas antiaéreas y la escuálida aviación militar de los sandinistas no se habían siquiera dado por enteradas de lo que estaba pasando.
Picaron pues la nave y en lo que gasta un suspiro, soltaron un par de bombas. El bimotor sobrevolaba en esos instantes las instalaciones de la defensa antiaérea del aeropuerto, un hangar de la Fas y otro de la línea comercial "Aeronica".
Pero de prontro la metralla de la defensa antiaérea despertó. Varios disparos alcanzaron la aeronave obligándola a precipitarse a tierra. Instantes después, cerca de un jardín ubicado entre el edificio de la torre de control y la pista, un enorme hongo de espeso humo se erguía tras la explosión del Cessna 204 contra la tierra. Los pilotos estaban muertos. Eran las 5:35 de la madrugada.
Comenzaba así uno de los operativos más sofisticados y audaces de Arde, las fuerzas antisandinistas de Eden Pastora. Mientras esto sucedía, otro avión de similares características descargaba un cohete sobre un lote cercano a la residencia del ministro de Relaciones Exteriores, Miguel D'Escoto Borckman, quien se hallaba a 870 kilómetros de allí, en una reunión del Grupo de Contadora. Otro cohete hizo impacto luego en un predio cercano al colegio estatal "Centroamérica".
Los dos artefactos, en últimas, no causaron daño personal alguno ya que a esa hora nadie transitaba por el lugar.
En el aeropuerto, el ataque dejó dos militares sandinistas heridos, la sala de protocolo de la cancillería y parte de edificio central destruídos, lo que obligó a un cierre de 6 horas del tráfico aéreo de la capital nicaraguense. El segundo Cessna tuvo más suerte que el del aeropuerto: pudo escapar con rumbo a Costa Rica, quedando en la pista del Augusto César Sandino los cuerpos carbonizados de Agustín Román Madariaga, un ex piloto somocista, y su artillero Sebastián Muller.
Para las autoridades sandinistas el ataque aéreo sobre Managua --el primero en su género--constituyó un "gesto desesperado" de Arde, fuerza que ha sido duramente golpeada en estos días por las milicias de Nicaragua obligándola a replegarse a Costa Rica. Ello ha permitido que la Seguridad Pública tica capture numerosos soldados de Pastora, como ocurrió el miércoles de la semana pasada, cuando 200 de ellos fueron detenidos en Barra de Colorado.
¿Qué otra cosa significa el ataque aéreo a Managua? Para las autoridades sandinistas, lo que pretende Pastora--además de tratar de mostrar que sigue luchando--es "hacer méritos ante Reagan ", como dijera Humberto Ortega, ministro de Defensa nicaraguense, al informar que su país había protestado, mediante una nota diplomática enviada al gobierno de Costa Rica, "por las actividades de la CIA en ese país, que utiliza su territorio para atacar a Nicaragua". Ortega había explicado momentos antes que las aeronaves procedían de territorio costarricense y comentado que tal situación se produjo "seguramente a espaldas de las autoridades de ese país".
Pero de otro lado, el ataque mostró que los sandinistas son aún muy vulnerables en el aire, que sus defensas son precarias y que carecen de una aviación militar. Ciertamente, la "aviación" de Arde no es una amenaza sería para ellos, pero sí lo debería ser la hondureña, de quien se dice dispone del cuerpo de ataque aéreo más potente de Centroamérica.
Otro aspecto del problema es el carácter global de la ofensiva antisandinista. SEMANA pudo enterarse en Managua, por ejemplo, que al día siguiente del bombardeo en Managua, otro Cessna atacó en forma similar a Corinto, un importante puerto nica sobre el Pacífico, sin causar mayores daños, y que igual cosa habría sucedido en Esteli. Además, se supo que 3.000 "contras", de los que operan con el FDN desde Honduras, lanzaron una invasión entre el 28 de agosto y el 9 de septiembre, semejante a la realizada en febrero pasado. Al repeler tal acción habrían muerto 17 sandinistas del ejército y la milicia, más 22 civiles, según fuentes oficiales de Managua.
Los "contras" habrían tenido 95 bajas. ¿Estaba conectado todo lo anterior con la batalla aérea y naval que desataron aviones y barcos militares hondureños contra dos lanchas patrulleras sandinistas a la altura de la Laguna Bismuna, en el Atlántico nicaraguense, el 8 de septiembre pasado a sólo 7 horas del bombardeo sobre el aeropuerto de Managua? Probablemente.
Cada día es más evidente que los grupos antisandinistas están intentando demostrar que no están al borde del fracaso. Ellos saben, como los observadores, que en Washington comienza a manifestarse cierto escepticismo sobre la capacidad de esa fuerza para derribar el gobierno sandinista. El mismo Casper Weinberger, ministro de Defensa norteamericano desconfía de estos "contras", que no han podido lograr apoyo masivo entre la población de Nicaragua. La suspensión de actividades de Pastora, hace unos meses, y la división entre los sectores miskitos que se oponen a Managua, también han sido los factores que han suscitado este escepticismo.
Tal debilidad radica, en realidad, en la misma composición de los "contras": los campesinos no los ven como alternativa, pues los odian por su pasado en la Guardia Nacional somocista, cosa que ellos no pueden ocultar: el jefe político del FDN es Enrique Bermúdez, ex coronel de la Guardia somocista y militarmente el FDN es dominado por "Suicida", un "delincuente con aficiones de asesino", según el periodista norteamericano Robert Perry. Este mismo observador señala otro rasgo que trabaja contra los "contras", como fuerza capaz de oponerse a los muy militantes destacamentos sandinistas: los antisandinistas "tienen características de mercenarios a sueldo, exigen sus pagos puntuales, tienen lealtad sólo hacia sus jefes inmediatos, y sienten resentimientos con los dirigentes "que se quedan en Honduras y nos envian al frente" susurrando que viven en el lujo y que se quedan "con la plata que mandan los gringos". -
¿CUAL ES LA VERDADERA POSICION DE VENEZUELA ANTE NICARAGUA?
Según la revista británica "South" especializada en el Tercer Mundo un documento secreto de la cancillería venezolana, explicaba que la inteligencia militar de ese país estaba convencida que de estallar una guerra entre Honduras y Nicaragua ésta no tendría ninguna dificultad para derrotar a Honduras y a los insurgentes somocistas apoyados por Estados Unidos, aún sin apoyo de los cubanos.
Por otra parte, el mismo informe asegura que Venezuela viene "jugando un papel doble" en relación con Nicaragua: de un lado, apoya las gestiones pacificadoras de Contadora, como miembro que es de ese grupo diplomático, y del otro alienta y apoya a los "Contras"
Además, escatima su petróleo a Nicaragua--lo cual era de esperarse por haber suscrito Venezuela el pacto de San José, que contempla tal cosa- De hecho, asegura "Souht", hace 1 meses que Venezuela no entrega ni un barril de petróleo a Managua. ¿La razón? El convencimiento del gobierno de Caracas de que los sandinistas "realmente son marxistas" pero "encubiertos por una máscara de pluralismo ". -