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PATRIOTAS VS DEMOCRATAS

Hugo Chávez vuelve al primer lugar de opción a tiempo que la lucha por la Presidencia de Venezuela se polariza en dos bandos definidos.

14 de diciembre de 1998

Los comicios regionales venezolanos del pasado 8 de noviembre sorprendieron a muchos, dejaron en el camino a algunos y pusieron en claro que la lucha que se vivirá en las próximas tres semanas por alcanzar la Presidencia será encarnizada. Sus resultados dejaron al militar golpista Hugo Chávez de nuevo en inmejorable posición paraconvertirse en inquilino del Palacio de Miraflores. Pero todavía queda mucha tela por cortar.
La mayoría de los periodistas que siguen a Chávez en sus correrías se refieren a él como "presidente" y a su esposa como "la primera dama". Y el candidato está tan convencido de su victoria y de que sus enemigos harán cualquier cosa para detenerlo que ha extremado sus medidas de seguridad. No duerme en el mismo sitio dos veces, ha cancelado casi del todo las entrevistas y se mantiene rodeado de guardaespaldas. Entre tanto aseguran que Chávez no ha cambiado su propuesta de ruptura que tanta polémica ha levantado en el país. Insiste en la Constituyente. Ayer mismo declaró que el 15 de febrero del próximo año, 11 días después de asumir el cargo, firmará el decreto para convocar oficialmente el referéndum de la Asamblea Constituyente, que en su opinión va a "regenerar" las instituciones políticas y el modelo democrático venezolano.
Pero lo más impresionante es que ha ordenado a los diputados y senadores de su propia coalición, el polo patriótico, que han sido electos el 8-N, a firmar su renuncia a los cargos para dar paso a la Constituyente y disolver el nuevo Congreso Nacional. Las renuncias de los parlamentarios electos están creando fisuras entre los patriotas del Movimiento al Socialismo (MAS) y Patria para Todos (PPT), que constatan que la Constituyente de Chávez va en serio.
Va a 'arrasar' en la votación de diciembre. Pretende polarizar con Alfaro y no con Salas, pues en su opinión nadie lo podrá derrotar aunque se constituya un polo democrático con los reacomodos políticos, "en el país hay dos opciones: el continuismo o la transformación. Yo planteo transformar las estructuras del Estado, de la República, del sistema mismo que perdió legitimidad". Siempre reivindica y elogia el fallido golpe de Estado que encabezó el 4 de febrero de 1992. También el que dieron sus compañeros de armas el 27 de noviembre de ese mismo año. Las dos intentonas golpistas se cobraron la vida de 300 personas y el presidente Rafael Caldera le perdonó con el sobreseimiento.

Polos opuestos
Los resultados de las regionales han dividido a los 11 millones de electores en dos bloques o frentes, el denominado polo patriótico, que encarna el ex militar Chávez, y el polo democrático, que se disputan el candidato Luis Alfaro Ucero, de Acción Democrática (AD), quien nunca ha pasado de 8 puntos de favorabilidad en las encuestas, y Henrique Salas Römer, del Proyecto Venezuela.
El primero en claudicar sorpresivamente a su postulación fue Claudio Fermín por la decepción que le produjeron los escasos votos que sacó su partido Renovación en las recientes elecciones legislativas y de gobernadores. Después de pasar inadvertido en las encuestas, con menos del 5 por ciento de favorabilidad, Fermín se autoexcluyó de AD en octubre del año pasado y asegura que no apoyará a nadie para la presidencial.
Los cómputos del 8-N consolidaron la fortaleza de AD como la primera fuerza política del país al obtener ocho gobernaciones y el 23 por ciento de los escaños del Congreso, mientras que el Movimiento V República (MVR) de Chávez debutó como la segunda fuerza parlamentaria con el 21 por ciento y tres gobernaciones. En tercer lugar parlamentario (12 por ciento) se situó el Proyecto Venezuela de Salas con una sola gobernación. Eclipsado en el cuarto lugar quedó el conservador Copei de la candidata Irene Sáez con apenas 10 por ciento de las curules y cuatro gobernaciones.
Pero este nuevo mapa político del país no es determinante ni automático para definir lo que ocurrirá en la elección presidencial de diciembre porque ahora se la están peleando tres líderes: Alfaro, quien de la virtual inexistencia saltó al primer plano por el desempeño de su partido, y con él los dos principales, que son Chávez y Salas. Estos, en un virtual empate y más de 30 puntos de intención en las encuestas, habían monopolizado la atención cuando el abanderado de AD apenas tenía un 8 por ciento en la intención del voto.
La disputa del polo democrático, llamado así en oposición al patriótico, radica en que tanto Alfaro como Salas quieren aglutinar respectivamente las organizaciones democráticas tradicionales. Si se unieran todas estas fuerzas daría un 66 por ciento de votos 'democráticos' mientras que la agrupación patriota de izquierdistas y ex militares de Chávez arrojaría sólo un 33 por ciento.
Pese a ser la gran mayoría, las rivalidades internas y la atomización que presenta el polo democrático hace casi imposible la creación de una alianza, lo que favorecería la victoria de Chávez. Una de las razones es que Salas, a pesar de provenir de Copei, se presenta como candidato independiente y por eso teme perder su aceptación de aliarse con alguien tan identificado con el establecimiento como Alfaro Ucero. El país, en las manos de una enorme masa de electores que luce descontenta por la pobreza, quiere un cambio y ha sido motivado por el populismo del ex golpista para castigar y vengarse con su voto. Pero Chávez produce tanta repulsión en las clases media y alta como encanto en las bajas. Nunca una elección había estado tan polarizada en Venezuela.

Chávez tiene en mente...
La polémica que ha levantado el ex golpista Hugo Chávez con su oferta electoral de ir directo a la Constituyente tan pronto asuma el poder es que la actual Carta, vigente desde 1961, no permite reemplazarse sin una reforma legislativa. Pasar por alto los procedimientos establecidos significa violar la ley.
Las fuerzas armadas han dicho que respetarán los resultados electorales y harán cumplir la Constitución, lo que en palabras del ex ministro de la Defensa, Radamés Muñoz León, es "un mensaje para todos los candidatos, pero especialmente para Chávez".
El vicealmirante retirado también es candidato presidencial. En 1994, cuando se estaba enjuiciando a Chávez por traición a la patria, Muñoz renunció a la cartera de Defensa al rechazar el perdón decretado por Caldera. Según las fuentes de inteligencia de Muñoz, el candidato Chávez está preparando dos 'pobladas' para después de las elecciones del 6 de diciembre. La primera será para exigir a los parlamentarios que hagan una reforma rápida de la Carta para crear la Constituyente. La segunda será exigir al presidente Rafael Caldera que entregue el poder antes del fijado 2 de febrero. "Serán momentos muy difíciles para las fuerzas de seguridad", añade Muñoz.
Pero hay algo más que preocupa a los políticos y es la 'cubanización' del chavismo. El artículo 18 de sus estatutos dice: "Dos o más núcleos del movimiento, o círculos patrióticos, irán conformando las redes del poder popular en cada cuadra, conjunto residencial o edificio, aula de clases, fábrica, oficina, comercio, empresa, aldea, campo o cualquiera otra concentración humana". Su documento ha pasado inadvertido, aunque muchos se preguntan cómo se formarán esas milicias y cómo serán esos tribunales de salud pública para acabar con los corruptos.

Alfaro Ucero: "Somos la primera fuerza"
El abanderado presidencial de Acción Democrática (AD), Luis Alfaro Ucero, de 72 años, es un dirigente histórico del establecimiento político de Venezuela. Piensa remontar del último al primer lugar en apenas tres semanas que faltan para el 6 de diciembre y convertirse así en la cuarta ola. "Las elecciones regionales han demostrado que el elector venezolano en su gran mayoría votó por la estabilidad, la paz y la democracia. Somos la primera fuerza política".
Basa su optimismo en que los gobernadores electos de AD influirán con su liderazgo a favor de su abanderado para detener a Chávez, cuya oferta de la Constituyente "significa voltear al país cabeza abajo y arrasar con toda la institucionalidad existente, cambiarlo todo. Estoy seguro que nuestros gobernadores electos no van a echar su triunfo a la basura".
Ante la afirmación de su rival democrático, Salas, de que los gobernadores de AD se sumarán a la campaña de su Proyecto Venezuela, Luis Alfaro señala que "hasta ahora no hay ninguna señal de que los gobernadores estén dispuestos a endosarle su liderazgo regional a nadie en particular. Salas Römer les está ofreciendo ser socios minoritarios en su empresa y nadie lo va a aceptar".
Alfaro asegura que "AD está abierto a las alianzas y respaldo, pero siempre tomando en cuenta que AD es el partido más importante y Alfaro su candidato". Sobre la posibilidad de que el electorado no sea consecuente entre las dos elecciones dice: "No se explicaría que la gente que ha votado en noviembre por cambios en paz, estabilidad y democracia, vaya a votar por cambios con violencia en diciembre".


Salas Römer: soy el consenso
Al ex gobernador Henrique Salas Römer, de 62 años, independiente salido de las filas de Copei, las cosas se le están poniendo color de hormiga con la entrada de Luis Alfaro para disputarle los votos democráticos. Aun cuando su Proyecto Venezuela es la tercera fuerza en el Congreso, señala que su candidatura será el consenso.
En su opinión la votación regional fue "aluvional" hacia los líderes regionales y el surgimiento del fenómeno Chávez. Dice que "los venezolanos fueron empujados por el aluvión pero no porque exista arraigo político. El país no votó por un candidato o por otro, sino todo lo contrario. Votó para encarnar el consenso en una persona. Ante la ausencia institucional en Venezuela va a surgir un consenso".
Considera que "la verdadera confrontación es entre el polo democrático, que agrupa el 70 por ciento de los votos, y el polo patriótico, que tiene el resto". Salas reconoce que no es nada fácil lograr el consenso. "La nación necesita un factor de nucleamiento para combatir los vicios de la administración pública y avanzar en democracia".
Salas no quiere alianzas ni pactos encubiertos. "Si nos alineamos con AD y Copei tendríamos una base sólida para avanzar en la presidencial pero arrastraríamos compromisos y repartos de poder. AD y Copei han perdido la sintonía con el pueblo y deben ir al reencuentro del colectivo para ponerse a tono. Quiero llegar a la Presidencia sin compromisos electorales ni repartos de poder y ser un factor de equilibrio, lo que me permitirá hacer un tipo de gobernabilidad diferente al tradicional".

CAP: en libertad
El ex presidente Carlos Andrés Pérez tiene más vidas que un gato y siempre renace como el Ave Fénix. Los 60.000 electores de su provincia natal del Táchira lo premiaron para que vuelva como senador al Congreso después del confinamiento domiciliario al que fue sometido desde abril pasado por presunta corruptela con las cuentas mancomunadas de su ex querida Cecilia Matos.Recobrada su libertad por la inmunidad parlamentaria se dispone a hacer campaña a favor de las fuerzas democráticas. Aún no ha definido a quién apoyará del polo democrático o si se limitará a captar votos para el abanderado de su partido, Apertura, Miguel Rodríguez. Pérez no teme la amenaza de que el fiscal general, Iván Darío Badell, trate de regresarlo a la cárcel. "Por el momento no me preocupa esa situación", dijo.
El ex mandatario tampoco descarta una dura confrontación política con Chávez en los próximos días. "Haré un enfrentamiento frontal contra cualquier intento dictatorial. Hasta ahora Chávez no nos ha demostrado que haya cambiado. El hecho de convocar una Constituyente nos demuestra que pretende dar otro golpe de Estado".
Pérez no se sorprende con el avance de Chávez. "No me gusta pero posiblemente también gane la Presidencia. Debo contribuir a la posibilidad de derrotarlo. La verdad es que es un fenómeno fundamentado en la inconsciencia del país y la ceguera insólita de los venezolanos".
En caso de que gane Chávez el ex mandatario le hará una oposición constructiva pero advierte que si viola nuevamente la Constitución vigente "lo combatiré duramente". Considera que "van a pasar unas cuantas semanas después del triunfo de Chávez para que los venezolanos nos demos cuenta de la tragedia que hemos creado. Venezuela va a tener que atravesar, lo digo con dolor, por una época de violencia. Preveo a corto plazo momentos difíciles para el país pero a mediano plazo estará liberado de estos problemas y avanzando al progreso y desarrollo con mucha firmeza".