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El anuncio apareció al final de agosto. Unas 20 empresas han contactado con el padre, quien permanece en el anonimato. | Foto: Imagen del anuncio de heraldo.es.

EMPLEO

Pensionado paga 5.000 euros para que contraten a su hijo

Los padres pueden hacer hasta lo imposible por sus hijos, incluso pagar para que encuentren trabajo. En España un caso ha llamado la atención.

3 de septiembre de 2015

“Pensionista ofrece 5.000 euros a empresa que contrate a su hijo en paro. Cualificado, trabajador, buen expediente profesional, según contrato cantidad negociable”.

Ese fue el anuncio publicado en el periódico El Heraldo de Aragón (España) por un abogado, padre de un señor de 39 años que está desempleado hace varios meses y que a su vez responde por un hijo.

“Mi hijo está desesperado. Como padre, no puedo ver su dolor sin hacer nada. Puede que el anuncio me haga parecer indigno pero hace tiempo que perdí la vergüenza”, explicó su padre (cuyo nombre se desconoce) al periódico El Heraldo de Aragón, en España, luego de que se publicara el anuncio.

El periódico El País de España (en su versión en inglés y español) publicaron también la extraña, conmovedora y hasta cómica noticia.

“Al principio no le conté que puse el anuncio. Luego decidí ser honesto y decírselo. Se ha enfadado mucho conmigo”, explicó.

El señor de 39 años (cuyo nombre tampoco se revela) tuvo hace nueve años un trabajo del cual salió en una situación lamentable y tardó en sobreponerse. Luego, consiguió otro puesto en el que estaba contento, pero una lesión complicó su situación y fue despedido.

El anuncio, aunque extraño, no es nuevo ni aislado. Millones de jóvenes en España están desempleados y la crisis ha jugado en su contra.

En cualquier caso, con algo de vergüenza, la respuesta ha sido favorable. Desde que el anuncio fue publicado, el padre pensionado ha recibido más de 20 llamadas de empresas interesadas en conocer qué había detrás de esas palabras. “Me ha sorprendido que la mayoría de llamadas han obviado el tema económico, que es lo más llamativo del anuncio”, explicó el hombre al mencionado periódico.

Entre las personas que lo contactaron estaba un hotelero. Le comentó que su empresa no pasaba por el mejor momento pero que, si su hijo estaba dispuesto, le podía ofrecer un puesto como mesero.

“Me dijo que si en un momento dado encontraba algo mejor no le importaba que se fuera. Me emocionó sobremanera”, contó. El caso parece dejar la lección de que a veces conviene disminuir el orgullo por una buena causa.