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PERDON BORIS

Probadas falsas las acusaciones contra Yeltsin, Pravda se disculpa por primera vez.

30 de octubre de 1989


Por primera vez en su historia y ante el asombro de millones de lectores, el periódico soviético Pravda presentó disculpas públicamente a quien en los últimos años se ha convertido en la otra conciencia de millones de ciudadanos descontentos con la situación cotidiana en su país: Boris N. Yeltsin, el parlamentario que acaba de realizar una extensa gira por Estados Unidos.

La historia en si, y como todo cuanto tiene que ver con los soviéticos y sus relaciones con extranjeros, no era muy clara en principio: el corresponsal del periódico en Washington había hablado con un colega del diario La República, de Roma, y con base en ese diálogo y una información aparecida en esa publicación, Pravda lanzó un virulento ataque contra Yeltsin, acusándolo de hipócrita bebedor que gastó durante ese viaje enormes sumas oficiales en la adquisición de grabadoras y casetes de video, trajes y zapatos. El corresponsal italiano afirmó en su despacho que para Yeltsin Estados Unidos era una fiesta, un set de filmación, un bar con 5.000 kilómetros de extensión. Para Pravda, que no reconfirmó la información, bastó la publicación en La República para lanzarse contra el político.

Cuando se supo la verdad de todo, el mismo corresponsal soviético buscó al colega italiano y este le dijo que su información para escribir ese artículo no era de primera mano, provenía de fuentes secundarias.

Entonces Pravda, sonrojado por la verguenza, tuvo que admitir públicamente que había cometido un error que había confiado en una fuente deleznable y que la conducta del señor Yeltsin no había sido escandalosa.

Durante todos estos años, Pravda ha aparecido como la voz infalible del Partido Comunista Soviético y antes de sus excusas públicas miles de personas habían escrito y llamado telefonicamente a la redacción para quejarse por lo que consideraban un ataque injusto contra el popular líder.

Al final de la página 7 de lo que se ha considerado un triunfo moral, el periódico expresó: "Los editores presentan sus excusas a Boris Nikolaevich Yeltsin y esperamos que el corresponsal y el cuerpo de redacción de La República hagan lo mismo".

Como los soviéticos tienen más fe en la prensa extranjera que en las publicaciones propias, el daño para Yeltsin hubiera sido enorme, especialmente para su imagen política. Pero la nota aclaratoria del periódico dejó todo en su sitio.

Tradicionalmente, Pravda ha evitado presentar excusas o corregir alguna de sus publicaciones a menos que se tratara de figuras muy importantes del Partido. Sus editoriales son leídos diaria y devotamente por millones y millones de afiliados al Partido a lo largo del país y en el extranjero.

No debió ser fácil la decisión del periódico de presentar excusas y esto refleja muy bien la frágil posición de su veterano editor, Viktor Afanasiyev, quien siempre se ha caracterizado por ser uno de los ideólogos más conservadores. Con 66 años de edad, ha sobrevivido a numerosos intentos por reemplazarlo en su cargo con otro periodista más comprometido con la línea del glasnost promulgada por Gorbachov.

Al regresar de su viaje por Estados Unidos, Yeltsin, hablando ante numerosas manifestaciones callejeras calificó la publicación simplemente de "calumniosa". Esa noche, el parlamentario lucía un traje de tres piezas, comprado en Nueva York.--