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PLAN DE DOBLE FILO

El "plan de paz" de Reagan parece buscar el aumento de la ayuda a los contras.

7 de septiembre de 1987


Uno de los cancilleres centroamericanos reunidos en Guatemala para preparar la cumbre de presidentes comentó el nuevo "plan de paz" del presidente Ronald Reagan: "Es más una propuesta para Nicaragua que para América Central". Pero la verdad es que ni siquiera es eso: en realidad es una propuesta para el Congreso norteamericano, y no para Nicaragua.
Porque entre los puntos del plan presentado por Reagan hay varios que son de entrada inaceptables para el gobierno sandinista. (Ver recuadro). Por eso el presidente Daniel Ortega, que propuso un "diálogo incondicional" con Estados Unidos para discutir la iniciativa, se negó a aceptarla tal cual alegando que "los asuntos internos no pueden ser materia de acuerdo internacional". Y el secretario de Estado norteamericano George Shultz, por su parte, rechazó de plano la contra-oferta nicaraguense: "Queda excluido que Estados Unidos quiera sentarse a negociar con Nicaragua para decidir lo que conviene a Centroamérica", dijo Schultz. El portavoz de la Casa Blanca, Martin Fitzwater, explicó por qué: "Porque Estados Unidos no quiere imponer soluciones en la región", que es la misma región en donde, desde hace años, alimentan una guerra.
Pero en cambio el plan sí es perfectamente aceptable para los congresistas norteamericanos, puesto que fue, literalmente, presentado por ellos: lo redactó el presidente (demócrata) de la Cámara de Representantes, Jim Wright. Si Reagan lo propone, y es Nicaragua quien lo rechaza, a los demócratas no les queda más remedio que aprobar el dinero que Reagan les pide para seguir alimentando la guerra. El 30 de septiembre, que es coincidencialmente la fecha límite propuesta por el plan para que Nicaragua acepte, se vence la última cuota de los fondos que el gobierno de Reagan puede legalmente atribuir a los contras que operan en Nicaragua. A partir de entonces necesitarán nuevos fondos, y esos son los que Reagan quiere que el Congreso apruebe con la justificación de la negativa de Nicaragua.
El propio Wright reconoció a estas alturas, que no es escepticismo lo que debiera haber en el Congreso, sino la certidumbre de que Reagan sigue queriendo lo que siempre, derrocar al gobierno sandinista.
La causa central de la guerra centroamericana sigue estando ahí.
Por eso, y así como es inviable que se logre la paz con el plan de un gobierno que lo que pretende es ganar la guerra, también es inviable el "Plan Arias" que discuten los presidentes centroamericanos, puesto que pretende ignorar el hecho crucial del conflicto: la participación de Estados Unidos.
El "Plan Arias" no será aplicado, y el plan Reagan no será discutido. La guerra seguirá, porque el Congreso norteamericano aprobará los nuevos auxilios a los contras solicitados por el Presidente. Y lo hará porque en el fondo prefiere que la guerra de Nicaragua le cueste a Estados Unidos solamente dinero, frente al temor de que a Reagan se le vaya la mano en su decisión de derrocar a los sandinistas y comprometa en ello a soldados norteamericanos.
PUNTOS BASICOS
El plan de Wright contempla lo siguiente:
-Cese al fuego inmediato sujeto a verificación por la Organización de los Estados Americanos (OEA) o de un grupo de observadores internacionales, negociado tan pronto como sea posible.
-Suspensión inmediata de toda la ayuda militar norteamericana a los rebeldes, al tiempo que Nicaragua cancela la ayuda que recibe de los países del bloque comunista, tan pronto como la tregua entre en vigor.
-Suspensión del Estado de Emergencia en Nicaragua y restauración en ese país de los derechos y libertades civiles. Establecimiento de una comisión independiente que convocará a elecciones libres a efectuarse dentro de 60 días.
-Formulación de un plan nacional de reconciliación y diálogo entre los ciudadanos de Nicaragua, con la amnistía incluso de ex combatientes, y derechos iguales para quienes realicen actividades políticas.
-Plan de ampliación del comercio y ayuda económica a largo plazo para los gobiernos democráticos de América Central, que podría incluir a Nicaragua.
-El proceso de negociación comenzará de inmediato y finalizará el 30 de septiembre de 1987. Si la resistencia nicaraguense, o las fuerzas a sus órdenes, rehusan participar en este proceso de negociación, obstruyen intencionalmente su progreso o violan sus términos, Estados Unidos suspenderá de inmediato toda ayuda a la resistencia. Si debido a acciones tomadas por el gobierno nicaraguense o las fuerzas bajo sus órdenes se suspende el proceso de negociación o no se cumplen los términos, las condiciones o los plazos, las partes involucradas quedarán libres de tomar las acciones que estimen necesarias para proteger su interés nacional.
-El plan contempla también la retirada de militares y asesores extranjeros de Nicaragua y de sus vecinos inmediatos, a ser negociada por los países de la región.