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| Foto: A.F.P.

BRASIL

Los Olímpicos y el diablo

Con un “Bienvenidos al infierno” están recibiendo los policías y bomberos a los turistas que llegan a los Juegos Olímpicos.

9 de julio de 2016

Con un “Bienvenidos al infierno” están recibiendo los policías y bomberos de Río de Janeiro a los turistas que llegan para los Juegos Olímpicos. Se quejan de falta de pagos y precariedad en sus condiciones de trabajo hasta el punto de decir a los visitantes que “quien vaya a Río no estará seguro”. Y no son los únicos. El propio alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, denunció este 4 de julio la inseguridad pública a menos de un mes de su inicio. La culpa, según Paes, recae sobre el gobierno del estado de Río de Janeiro, el directo responsable de la Policía Federal y el cuerpo de bomberos. El problema surge de la difícil situación financiera de este estado, que en junio se vio obligado a declararse en calamidad pública. Aun así, el gobernador, Francisco Dornelles, insistió en que pagará los salarios atrasados y que tendrán las olimpiadas “más seguras de la historia”.