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Por qué México rechaza a Castro

En diálogo con la revista ‘Newsweek’ el canciller mexicano, Jorge Castañeda, dio la versión de su país acerca de la pelea con el presidente cubano.

6 de mayo de 2002

Alan Zarembo: ¿Qué quiso dar a entender el presidente Fox cuando dijo que la intención de última hora de Castro de asistir a la cumbre de la ONU lo ponía en una situación muy difícil? ¿Hay algo de verdad en lo que Cuba dice, que Fox estaba bajo presión de Estados Unidos? Jorge Castañeda: No hubo ningún tipo de presión de Estados Unidos. Lo que el presidente Fox quiso decir es que el que Castro anunciara 24 horas antes que venía implicaba problemas logísticos y de seguridad. No había cuartos en Monterrey. Castro se molesta cuando Fox le sugiere “¿vas a comportarte?”. La razón por la que Fox dijo eso es porque Castro nunca se comporta en estas cumbres. En cada cumbre hay una rabieta, en cada cumbre hay un desorden. Hay un escándalo. Cada cumbre es una payasada para robarse el show. Esto es complicado con él: el hotel, la seguridad, la logística, dónde sentarlo, dónde no sentarlo. Y había un problema esencial, que era que teníamos un documento de consenso sobre financiamiento para el desarrollo y no queríamos reabrir la discusión porque todo el mundo estaba de acuerdo, a excepción quizá de Castro. A.Z.: ¿Se quejó Castro cuando terminó alojado en el Holiday Inn Express? J.C.: No, no. Pero podría haberlo hecho si no le hubiéramos avisado antes de que llegara que había un problema logístico. A.Z.: ¿Por qué hay una porción del Congreso mexicano tan interesada en defender a Castro cuando su gobierno se aísla más y más? J.C.: En el caso del PRD (el Partido Revolucionario Democrático de izquierda), por sus convicciones ideológicas. Son castristas. Creen en el tipo de régimen y el tipo de organización social que existe en Cuba. Obviamente, tienen mayor afinidad con el gobierno de Cuba que con el de México. El caso del PRI (el antiguo partido gobernante, Partido Revolucionario Institucional) es más complicado. Hay algunas personas que lo hacen por convicciones ideológicas. Hay otras que lo hacen por un mito que crearon acerca de la política de México hacia Cuba. Se trataba, sí, de mantener relaciones diplomáticas, pero también de ayudar a la CIA a espiar a Cuba desde la embajada de México en La Habana. El sector más importante del PRI está defendiendo a Cuba por rencor. Están dispuestos a usar el asunto para oponerse a Fox y vengarse por ganar las elecciones en el año 2000. A.Z.: Estos congresistas hablan de relaciones con Cuba amenazadas. ¿Cuál es la importancia de las relaciones de México con Cuba? J.C.: Prácticamente ninguna. El comercio es mínimo. Hay muy pocas inversiones mexicanas en Cuba. Ellos deben 380 millones de dólares, resultado de todos los préstamos que ocurrieron entre 1980 y 1990. A.Z.: México se ha abstenido tradicionalmente del voto por derechos humanos de Cuba. ¿Por qué cambió su posición este año? J.C.: Cambió su posición por tres razones. Primero, porque el texto de la resolución era mucho más positivo, moderado, estimulante para Cuba. Segundo, porque había sido escrito, patrocinado y copatrocinado por países latinoamericanos. Y tercero, porque la política externa del presidente Fox se centra en un mayor activismo en la arena multilateral y en la arena regional. A.Z.:Usted hizo parte del Partido Comunista. Ahora Castro lo llama “diabólico y siniestro” ¿Por qué se volvió contra Castro? J.C.: En 1990 publiqué en Newsweek un artículo titulado ‘El viejo y la Isla’ diciendo que Castro debería irse. Siempre he pertenecido a un sector de la izquierda latinoamericana que cree, de acuerdo con los valores tradicionales de izquierda, que la soberanía, la justicia social, la igualdad, la democracia y el respeto de los derechos humanos son una parte indispensable de eso. A.Z.: México fue uno de los siete países latinoamericanos que votaron en contra de Cuba en la comisión de derechos humanos. ¿Cuál es el futuro de Cuba? J.C.: Nosotros creemos que la principal razón para esta nueva rabieta de Castro es su situación global. Tiene una grave pelea con Uruguay, con el que rompió relaciones diplomáticas. Con Argentina, que retiró a su embajador de La Habana hace un año. Con Costa Rica, que echó al cónsul cubano hace un año. Con Chile. Tiene peleas con casi todos los gobiernos de Latinoamérica. Está más aislado en Latinoamérica de lo que ha estado en años. Documetos relacionados Conversación telefónica entre el presidente mexicano Vicente Fox y el presidente cubano Fidel Castro