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PROCLAMACION FRUSTRADA

Alfonso Robelo dice haber sido deportado de México.

23 de mayo de 1983

A veces una conferencia de prensa es más noticia cuando no se realiza que cuando se lleva a cabo. Esto es precisamente lo ocurrido en México días atrás, con una rueda informativa que fue la piedra de escándalo para la prensa local y los corresponsales acreditados en la capital azteca.
El protagonista iba a ser el dirigente opositor nicaraguense Alfonso Robelo, a quien debían acompañar connotadas figuras de la contrarrevolución. . . Pero no pudo ser.
Unos sesenta periodistas y numerosos agentes de diversos servicios secretos occidentales, munidos de graciosas credenciales, aguardaron en vano, durante una hora, en los confortables salones y alegres jardines de la Asociación de Corresponsables Extranjeros en México. Al cabo, Orión Pastora, ex somocista y primo del excomandante Edén Pastora, anunció con voz desmayada que el "importante anuncio" no tendría lugar "por indicación del gobierno mexicano".
Media hora antes se paseaba, triunfal y esperanzado, apoyado por auxiliares de relaciones públicas que portaban copias de la (inédita) declaración de Robelo y un afiche exhibiendo al antiguo comandante Cero con esta sugestiva leyenda al pie: "Hay momentos en que las palabras sobran y hasta enredan".
Luego, tras anunciar que no habría rueda de prensa, el pálido Orión, más bajo y rechoncho que su famoso primo, guardaba el "anuncio" en el portafolio y partía raudo, acompañado por otras figuras de la "contra" como el dirigente miskito, ex policía de Somoza, Brooklyn Rivera.
Algunos periodistas norteamericanos se abalanzaron sobre los teletipos y los teléfonos visiblemente disgustados. "No hay libertad de prensa" fue una de las frases más repetidas.
SEMANA consultó a voceros oficiales y todas las fuentes coincidieron en desmentir que el gobierno hubiera prohibido la conferencia. Horas después, el propio Robelo, al llegar a Panamá, manifestaba iracundo que las autoridades de México lo habían detenido y expulsado. Según algunos observadores locales, cometía de este modo una segunda torpeza. La primera había consistido, lisa y llanamente, en el intento de sorprender a las autoridades mexicanas con una rueda de prensa durante la cual --según algunas versiones- anunciaría la "apertura del frente sur".
¿Qué llevo a Robelo, Pastora y cía. a dar este paso en falso? Es difícil precisarlo, pero pueden aventurarse algunas conjeturas. La más probable es que, urgidos por crecientes desencuentros con el gobierno de Costa Rica, hayan decidido buscar un nuevo "espacio internacional" para sus maniobras desestabilizadoras. Tal vez evaluaron que la inminente visita a México de Schultz, Enders, Reagan y Baldridge, podría generar un "clima favorable".
Ocurrió todo lo contrario. Ante la visita de los funcionarios norteamericanos, tanto el PRI como el gobierno, ratificaron (más o menos abiertamente) su adhesión a los acuerdos de Contadora, que suponen la pacificación del área centroamericana y el respeto a los principios de la autodeterminación de los pueblos y la no intervención.
Mientras se retiraba de la sede de los corresponsales, un periodista europeo, reconocido por su agudeza, le comentó a este cronista: "Si Pastora está asesorado militarmente de la misma forma, los sandinistas pueden dormir tranquilos".
Miguel Bonasso, corresponsal de SEMANA en México