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Putin, el espía chistoso

Las técnicas de vigilancia siguen sorprendiendo al mundo, aunque a veces parecen sacadas de una comedia setentera de espías.

2 de noviembre de 2013

Las técnicas de vigilancia siguen sorprendiendo al mundo, aunque a veces parecen sacadas de una comedia setentera de espías. En medio del escándalo que tiene en problemas a la Casa Blanca, Vladimir Putin, el hombre más poderoso del mundo según la revista Forbes, puso su grano de arena.

Con ocasión de la cumbre del G20, celebrada en San Petersburgo en septiembre, el presidente ruso no vio inconveniente en regalarles a los 26 mandatarios que asistieron una memoria USB y un cable para celular, como recuerdo. Pero semejante regalo, más propio de una convención de ventas que de una cumbre mundial, era demasiado sospechoso. Tanto, que según los diarios italianos Il Corriere della Sera y La Stampa, luego de la cumbre el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, entregó los gadgets a los servicios de seguridad para que los analizaran. 

Los resultados arrojaron que las memorias tenían troyanos que podían captar los datos de los ordenadores y móviles a los que se conectaran y de inmediato el Consejo envió un correo para alertar a las 26 delegaciones. El gobierno ruso niega la acusación, como era de esperarse ante semejante oso.