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OPINIÓN

¿Qué tan bueno fue el viaje del presidente Santos a China?

Carlos García Tobón, experto en el gigante asiático, da su punto de vista sobre el periplo del Jefe del Estado.

11 de mayo de 2012

Es difícil hacer una valoración de un viaje diplomático a las antípodas del mundo -Singapur y China-, pero más arduo es intentarlo cuando éste es presidido por un hombre “altamente mediático” y triunfal, el presidente Juan Manuel Santos Calderón. En este caso, la valiosa herramienta de la prensa delinea con claridad la trascendencia del viaje. No se puede acudir a la prensa china pues ningún titular reseñaba la presencia del avionazo colombiano en la tierra oriental.

El segundo día salvó del ostracismo a la gira, pues el encuentro con el presidente Hu Jintao y también el premier Wen Jiabao es de obligatoria referencia fotográfica en la prensa oficial. El rasero para entender el comportamiento de la prensa china es la caracterización que tiene su gobierno de la confianza que genera el país visitante y sus gobernantes y dirigentes.

La improvisación es el común denominador de este viaje presidencial, la premura con que fue acordada (2 meses y medio) y la conformación de la comitiva hablan de esa característica muy colombiana de su diplomacia. Los anuncios de política los iba sacando el presidente de su manga, por eso la reacción de los empresarios, pues en Colombia no se conocieron los objetivos del viaje. Conozcamos los resultados a través de las declaraciones oficiales.

Las declaraciones del presidente Santos y sus ministros en China parecen más un mar de buenas intenciones que la búsqueda de concreción de una política internacional. Las declaraciones son tomadas literalmente: “…elaborar un estudio conjunto de viabilidad para un posible Tratado de Libre Comercio (TLC)…/ …firmó a su vez sendos principios de acuerdo…para promocionar la inversión y la calidad… / …  acordarán la creación de un grupo de estudio público-privado para avanzar en los alcances, el análisis y la identificación de las sensibilidades (sic) de un TLC bilateral… / … porque las señales que hemos recibido son muy buenas…”.

Las declaraciones de fondo son peores: "Estamos por buen camino, queremos que ese buen camino se mantenga, y para eso necesitamos ponerle carbón a la locomotora todos los días, y parte de ese carbón lo podemos encontrar aquí en China, en materia de inversión, de comercio, de cultura innovadora", afirmó Santos. (EFE | Elespectador.com, 2012-05-11)

"¿Y qué necesitamos? Juntar todos los ingredientes a nuestra disposición para repetir el milagro que ustedes hicieron aquí", señaló: "necesitamos inversión, necesitamos volvernos cada vez más competitivos, y adoptar esa cultura que aquí en Shanghái es tan común: la de la innovación permanente". (EFE | Elespectador.com, 2012-05-11).

En la amplia gama de necesidades que tiene un país sin salida al Océano Pacífico, es obvio que converja con los intereses chinos, quien desea poder comprar recursos energéticos y agrícolas sin tener que atravesar el triple espinazo de los Andes por las trochas actuales.

Si China ha construido en 30 años lo que Occidente demoró tres siglos, es obvio que tiene condiciones para hacer lo que la inteligencia gubernamental e ingenieril (Túnel de La Línea, aeropuertos, autopistas, etc.,) no ha logrado. Si China tiene los recursos y el prestigio del que ya no cuentan el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, es obvio que Colombia tenga que mover su mirada enrocada tradicionalmente.

Si China ha pensado su itinerario histórico durante más de cinco milenios y concretado acuerdos en 210 países, es obvio que un presidente promesero en vías de reelección, reconozca que debe diversificar su catálogo de proveedores hacia Beijing, y recurre a la firma de nueve principios de acuerdo para impulsar la cooperación en un abanico de sectores, entre ellos la colaboración petrolera.

Santos señaló que Colombia no quiere ser "cliente" sino "socio" del país oriental. Lo más negativo y subjetivo de las deficiencias colombianas en su deambular por el mundo es la autovaloración que tiene de sí mismo, lo cual la lleva a considerarse superior a los vecinos y a la mayoría de los países del mundo. Es difícil acercarse a China o cualquier país con la presunción de quien se considera superior o igual, la suerte es que los chinos entienden desde su perspectiva histórica estas pequeñeces y es posible que la paciencia oriental empiece a dar frutos, mas por ella que por la política colombiana.

Los TLCs firmados por Colombia son cocteles de licor revueltos en dosis mayoritariamente desfavorables a Colombia, que más temprano que tarde dejaran al descubierto la embriaguez de los apologistas y la quiebra de muchos sectores productivos, quienes están desprotegidos por la ausencia de apoyo, políticas y lo insalvable: un país sin infraestructura, sin vías, ni aeropuertos, ni navegabilidad y lo que definitivamente nos ubica mas en el siglo XIX que en el XXI: SIN FERROCARRIL!

Pésima impresión en los medios internacionales puede causar una delegación que como la colombiana, manifiesta 4 o 5 opiniones encontradas respecto de las propuestas de su presidente teelecista. ¿Política juiciosa o improvisación?
 
La política de Colombia hacia China y Asia no ha cambiado en los últimos 30 años, lo que ha cambiado es el posicionamiento geoestratégico de China y otros actores asiáticos  que están determinando el traspaso del poder económico y político mundial desde Occidente hacia Oriente. Entonces los logros o avances que posiblemente se darán después de este viaje están mayormente determinados por esa condición geopolítica china, más que por la improvisada actuación de la diplomacia colombiana.

Aunque Colombia dice tener una nueva estrategia Asia-Pacífico, es la misma de hace 30 años con un poco mas de conocimiento de la realidad oriental. Lo que está claro es que este tren lo perdimos hace décadas y remontar nuestro atraso intelectual secular solo será posible si empezamos por entender lo que somos, con humildad.

Así como el martes no encontré nada en la prensa china, hoy quise otear en la prensa colombiana la mirada final al triunfal viaje de Santos, y OH! Gloria inmarcesible: el Tiempo.com y Semana.com no tenían en su pantalla de inicio ninguna referencia al viaje presidencial. Eso refleja la otra cara de nuestra realidad autosatisfactoria: somos unos parroquiales y montañeros que creemos que en nuestro ombligo se cuece lo necesario para estar en el mundo.

El Tiempo y los demás medios solo destacan la declaración de Santos desde China respecto al tema del IVA a los alimentos. En un país serio hubiera destituido desde Beijing al ministro locuaz que hizo el anuncio, complementando el modelo de inteligencia colombiana cuando quiso sustentar la antipopular medida diciendo que devolvería $25.000 a los pobres que hubiesen pagado un IVA de $15.000, pero que no sabía cómo hacerlo !!!

Tenemos que abonarle a El Espectador digital el haber publicado el balance del viaje en la página de inicio. Estas últimas perlas presidenciales no merecen ningún comentario: “Santos les dijo abiertamente que le gustaría contar con inversiones del país oriental para reproducir en Colombia parte del milagro económico chino.”  
 
En Colombia, dijo, "tenemos cada vez más las condiciones para lograr replicar buena parte de lo que aquí en China se ha hecho en materia de infraestructura y de desarrollo"(sic). (EFE | Elespectador.com, 2012-05-11).

CARLOS GARCÍA TOBÓN   /  cgtobon@gmail.com
Director del Centro SEDA de Estudios Asiáticos y autor del libro: CHINA su larga marcha hasta la Globalización. 2ª edición, 2011.