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Actualmente, China es el país que emite más CO2 en el mundo.

CAMBIO CLIMÁTICO

Quedan 10 años para reducir el CO2

Los niveles de gases que provocan el efecto invernadero deben comenzar a caer en 2020 si se quieren evitar consecuencias potencialmente desastrosas, alertó un estudio presentado por la Oficina Meteorológica del Reino Unido (Met), uno de los centros de investigación más respetados del mundo, en la Cumbre sobre Cambio Climático de Copenhague.

Alianza BBC
BBC Mundo
17 de diciembre de 2009

Para que el aumento de la temperatura del Tierra no supere los 2ºC, la meta recomendada por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) en su informe de 2007 y adoptada en julio por la cúpula del G8, las emisiones deben llegar a su punto más alto dentro de diez años.
 
A partir de ahí, tendrían que comenzar a disminuir en cerca de un 5% por año. Asimismo, la posibilidad de que la temperatura que no sobrepase los 2ºC es de apenas un 50%, según este informe.
 
El problema es que antes de la crisis económica mundial las emisiones del planeta estaban creciendo alrededor de un 3% anual. Por lo tanto, para que empiecen a caer en diez años, habría que tomar medidas drásticas.

Negociación difícil
 
Durante los tres primeros días de la cumbre, negociadores de 192 países enfrentaron múltiples problemas para avanzar hacia un acuerdo global que permita implementar esta clase de medidas.
 
La desconfianza entre los países ricos y los países en desarrollo, además de las señales de desgate en el interior de este último grupo, están dificultando el entendimiento.
 
La cumbre -en la que participan cerca de 110 líderes mundiales- culmina el 18 de diciembre.
Si las emisiones continúan subiendo después de 2020, la única forma de mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2ºC, dice la Met, es mediante los llamados proyectos de geoingeniería para quitar dióxido de carbono de la atmósfera.
 
Entre estas propuestas, hay algunas que parecen más ciencia ficción que otra cosa: espejos en el espacio que reflejan los rayos del sol, árboles artificiales que absorben el CO2 del aire y lo guardan en compartimientos que se pueden enterrar o la creación de nubes artificiales.
 
Pero incluso los proyectos de geoingeniería que ya están en fase de prueba, como el de captura y almacenamiento de carbono -que retira el gas producido por la quema de carbón en las usinas y lo prepara para su almacenado- están lejos de ser viables económicamente.
 
Por otra parte, poco se sabe de los costos ambientales, sociales y financieros reales de esta clase de proyectos. Y mucho menos, de las consecuencias que podrían tener para la Tierra.