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El nuevo comisario europeo de Salud y Política de Consumo, el maltés Tonio Borg. | Foto: EFE

EUROPA

¿Quién es Tonio Borg, el Gerlein europeo?

Un maltés antigay, antiaborto, antidivorcio y antiinmigrantes ocupa desde ahora la posición de zar de la salud en la Unión Europea.

Víctor Diusabá Rojas/Corresponsal Europa
22 de noviembre de 2012

En Europa, todo quieren creer que Tonio Borg respetará su palabra: dice que mantendrá sus férreas convicciones (antidivorcio, antiaborto, antihomosexuales, antiinmigrantes), pero que eso no será obstáculo para que respete la legislación de cada uno de los países miembros de la Unión Europea.

Borg, nacido en la república de Malta, es ahora el nuevo comisario de Sanidad y Consumo (algo así como el zar de la salud), luego de que el Parlamento Europeo le diera el sí, tras una estrecha victoria en la que 386 eurodiputados se inclinaron por él, 281 le dijeron no y 28 se abstuvieron.

Pero, ¿qué es lo que saca ampolla de Borg?, de alguna manera émulo, o viceversa, del senador colombiano Roberto Gerlein, quien, entre otras cosas, fue citado este miércoles en diversos medios de comunicación del Viejo Continente y en no pocos centros de estudios superiores, como ejemplo de intolerancia y radicalismo por sus crudas declaraciones contra la población gay.

Sus posturas ultraconservadoras, que no son pocas ni, menos, intrascendentes.
Veamos. Una, Borg siempre ha propugnado para que las parejas homosexuales no cuenten en su país con la libertad de movimiento consignada en los principios de los ciudadanos que viven o transcurren por la Unión Europea. Su argumento: Malta sólo debe reconocer las relaciones que sean de “interés nacional”.

Dos: Borg ocupó en su país nada menos que el cargo de Ministro del Interior y de Justicia. Cuando estaba en ese cargo trató de imponer su tesis de que la vida comienza con la concepción y, por consiguiente, darle al aborto la calificación de asesinato. "El abominable crimen de la pedofilia está penado en todas partes con la cárcel. En cambio, la mayoría de países permiten el aborto", dijo en la prensa en 2005.

Tres: con base en esa consideración, buscó impedir que salieran de su país mujeres embarazadas "sospechosas" de viajar al exterior para buscar la interrupción del embarazo.

Cuatro: como diputado, votó en contra de la legalización del divorcio, a pesar de que en Malta las parejas que quieran poner fin a una relación matrimonial deben vivir separadas cuatro años antes de aspirar a que les otorguen la separación legal.

Cinco: su radicalismo contra la inmigración ilegal no tiene par. Como ministro, decidió poner tras las rejas, por tiempo indefinido, a quienes fueran sorprendidos en Malta en esa condición. La presión internacional lo obligó a limitar la detención a 18 meses. Era 1998 y Malta se convirtió en obligado destino de los refugiados de Eritrea. Sin contemplaciones de ningún tipo, Borg devolvió a ese país a 200 de ellos. Algunos fueron presos y torturados hasta la muerte por el régimen a que se oponían en esa nación del noreste de África. Un juicio posterior no logró la condena del dirigente ultraderechista.

¿Cómo ganó la elección?, es la pregunta obvia. Por una clara división de los sectores progresistas del Parlamento Europeo y una estricta disciplina de la derecha. Ahora, todos quieren creer en Borg. Él tendrá la última palabra. De lo que no cabe duda es que, conociendo su trayectoria política, será protagonista desde un cargo que tiene mucha importancia en los tiempos actuales, si se calibra el precio que tiene la salud en medio de la crisis.