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Captura de vídeo del canal de televisión Al Arabiya tomada el 21 de agosto de 2011, que muestra al hijo de Muamar Gadafi, Saif al-Islam, durante un discurso ofrecido en una localización desconocida, supuestamente en Libia. | Foto: EFE

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Rebeldes no quieren entregar al hijo de Gadafi a La Haya

Un integrante del Consejo de Transición Libio (CNT) afirmó que Seif el Islam será juzgado en Libia y no será entregado al Tribunal de la Haya, donde está acusado de delitos de lesa humanidad.

22 de agosto de 2011

El presidente del Consejo de Transición Libio (CNT), Mustafá Abdelajil, afirmó este lunes que Seif el Islam, hijo de Muamar Gadafi, no será entregado al Tribunal de la Haya, donde está acusado de delitos de lesa humanidad.

En declaraciones divulgadas por la televisión por satélite árabe Al Yazira, un responsable del citado Consejo señaló que el hijo más beligerante del líder libio será juzgado en su país.

"Seif El Islam no será entregado a la Corte Penal Internacional, y será procesado por la justicia libia", dijo el responsable que Al Yazira identificó en un primer despacho como el líder del CNT, Mustafá Abdelajil, aunque después se retractó de esta identificación.

De acuerdo con la cadena, Abdelajil se limitó a confirmar a los periodistas en Bengazi que el hijo de Gadafi "se halla en manos de los rebeldes, en un lugar seguro".

Acusado de crímenes contra la humanidad, Seif el Islam fue capturado en la tarde del domingo por una de las columnas de rebeldes que han asaltado a sangre y fuego la capital libia, que dicen controlar en un 95 por ciento.

Pese a ser objeto de una orden de búsqueda y captura a nivel internacional, La Haya solo puede actuar si la justicia del país implicado no lo hace o renuncia de manera explícita a juzgar al acusado.

Por ello, el presidente del tribunal, Luis Moreno Ocampo, comenzó una serie de contactos con las fuerzas rebeldes para conseguir la entrega, que ambicionan también los gobiernos de ciertas potencias.

Según la televisión por satélite saudí Al Arabiya, el magistrado viajó el pasado viernes a Bruselas para reunirse con los responsables de la OTAN y tratar esta cuestión.

Los insurgentes libios controlan la mayor parte de Trípoli

Las fuerzas rebeldes libias aseguran que controlan la mayor parte de Trípoli luego de un avance relámpago que parece anunciar la caída inminente del largo régimen de Muamar Gadafi, pero aún había escaramuzas dispersas y se desconoce el paradero del mandatario.

La comunidad internacional exhortó a Gadafi a que renuncie, mientras los residentes eufóricos celebraban en la Plaza Verde, el corazón simbólico del régimen de 42 años de antigüedad. Los colegas de Gadafi, sin embargo, advirtieron que no dejará el poder fácilmente.
 
La televisión estatal trasmitió súplicas amargas de Gadafi en las que pidió que los libios defiendan su régimen.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte afirmó que continuará con sus patrullas de combate aéreo sobre Libia hasta que las fuerzas leales a Gadafi no se rindan o regresen a sus cuarteles.

La relativa facilidad con la que los rebeldes capturaron Trípoli respaldados por ataques aéreos de la OTAN mostró la evolución de los combatientes de la oposición, que hace seis meses se levantaron contra el régimen y capturaron rápidamente la parte oriental de la vasta nación del norte de Africa, pero no tuvieron suficiente organización para avanzar con rapidez hacia Trípoli, incluso con la ayuda de los ataques aéreos de la OTAN.

Durante meses, los rebeldes fueron criticados por tener grandes aspiraciones pero poca organización y disciplina, pero su impresionante éxito en Trípoli mostró un alto nivel de planificación, coordinación y disciplina.

En Londres, el primer ministro británico David Cameron anunció el lunes que los bienes libios congelados serán liberados dentro de poco a fin de ayudar a los rebeldes a restablecer el orden en el país. Dijo que el régimen de Gadafi estaba "cayéndose a pedazos y en plena retirada".

Mohamed Abdel-Rahman, portavoz de los insurgentes que estaba en Trípoli, advirtió que aún hay focos de resistencia y que mientras Gadafi siga oculto el "peligro sigue ahí".

El lunes por la madrugada estallaron enfrentamientos en el centro de mando de Gadafi, llamado Bab al-Aziziya, cuando tanques del gobierno surgieron del complejo y abrieron fuego contra los rebeldes que trataban de ingresar, de acuerdo con Abdel-Rahman y un vecino.

Un periodista de The Associated Press en el Hotel Rixos, donde se hospedan los periodistas extranjeros, dijo que escuchó disparos y fuertes explosiones provenientes de la zona del complejo.

Un habitante de Trípoli, Moamar al-Warfali, cuya familia vive al lado del complejo, dijo que parecía que sólo había unos cuantos tanques de lo que queda de las fuerzas de Gadafi que no han huido ni se han rendido.

Bab al-Aziziya, un extenso complejo donde está el centro del comando del régimen, está muy averiado por los reiterados bombardeos de la OTAN en los últimos cinco meses, dijo al-Warfali.

"Cuando subí las escaleras y miré desde la azotea, no vi nada de Bab al-Aziziya", comentó. "La OTAN ha demolido todo y ya no queda nada", agregó.

El hotel Rixos también permanecía bajo el control de las fuerzas de Gadafi, con dos camiones cargados con ametralladoras antiaéreas, combatientes leales al régimen y francotiradores apostados detrás de los árboles. Los rebeldes y los residentes de Trípoli establecieron retenes en otras partes de la ciudad.

El principal diplomático de los insurgentes libios en Londres dijo que los combates en Trípoli continúan, pero que las fuerzas de la oposición controlan el 95% de la ciudad. Agregó que aún no han encontrado a Gadafi, pero que "los combatientes voltearán piedra tras piedra hasta hallarlo, arrestarlo y llevarlo a los tribunales".

El comandante rebelde Suleiman Sifaw dijo a The Associated Press que los refuerzos están llegando a Trípoli por mar desde el norte, así como por tierra desde el sur y el sureste.  
 
Con información de EFE y AP.