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Vista aérea del lugar donde se estrelló un Sukhoi Superjet 100 ruso en la montaña Salak al sur de Yakarta, Indonesia. | Foto: EFE

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Recuperan los cadáveres junto al avión ruso estrellado en Indonesia

En el avión iban 45 personas a bordo, dentro de los que había varios representantes de aerolíneas locales, algunos periodistas y ocho rusos representantes del fabricante Sukhoi.

10 de mayo de 2012

Los equipos de rescate de Indonesia encontraron este jueves varios cadáveres pero ningún sobreviviente entre los restos del avión ruso siniestrado este miércoles con 45 personas a bordo en una zona montañosa cerca de Yakarta.

"Los equipos de rescate han encontrado cadáveres al lado de los restos del avión. Ningún superviviente", dijo a Efe Tojah, portavoz de la Agencia de Búsqueda y Rescate, quien como muchos indonesios sólo tiene un nombre.

Las autoridades han dado a conocer un listado que fijó en 45 el número de desaparecidos después de que se descartara que otros cinco supuestos pasajeros hubieran embarcado en el avión siniestrado.

Según la agencia Antara, se trata en su mayoría de indonesios representantes de varias aerolíneas locales, entre los cuales, 14 de la compañía Sky Aviation que acababa de comprar 12 aparatos SSJ 100 como el accidentado por 380,4 millones de dólares.

También iban a bordo algunos periodistas y ocho rusos representantes del fabricante Sukhoi.

Los equipos de rescate llegaron al lugar del accidente después de que los helicópteros que estaban realizando las tareas de búsqueda localizaran esta mañana los restos del aparato en una ladera del monte Salak.

"Encontramos fragmentos del avión en las coordenadas en las que ayer perdimos el contacto", informó en rueda de prensa el director de la Agencia de Búsqueda y Rescate indonesia, Daryatmo.

El avión, del fabricante ruso Sukhoi y modelo Superjet 100 (SSJ 100), perdió el contacto con los radares en un vuelo de exhibición cuando sobrevolaba el volcán Salak, próximo a la ciudad de Bogor, a unos 60 kilómetros al sur de Yakarta.

El piloto solicitó a la torre de control permiso para descender de los 10.000 a los 6.000 pies (de 3.005 a 1.830 metros) y desapareció del radar cuando se encontraba en los 6.200 pies.

El consultor de aviación, Gerry Soejatman, indicó al periódico "The Jakarta Globe" que el avión tendría que haber volado a una altura de unos 11.000 pies (3.352 metros) para mantener una distancia de seguridad con Salak, de 2.211 metros.

Soejatmann sostuvo que los alrededores de ese volcán no es lugar para llevar a cabo vuelos de exhibición por su orogénesis y añadió que los pilotos, de nacionalidad rusa, probablemente desconocían las regiones montañosas de la isla de Java y su climatología variable.

El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, anunció la apertura de una investigación para determinar las causas del siniestro.

"Espero que se lleve a cabo una investigación para conocer la causa del accidente (...) el rescate de las víctimas que puedan estar vivas es nuestra prioridad", destacó Yudhoyono.

Decenas de familiares de los pasajeros se han reunido en un centro habilitado en el aeropuerto de Yakarta para gestionar la crisis y en pueblos cercanos a la zona del siniestro para conocer las últimas novedades.

Mientras, unas 600 personas de los equipos de rescate, emergencia, médicos y especialistas en identificaciones de personas se han desplazado al lugar del accidente para colaborar en las labores de búsqueda.

El accidente tuvo lugar cuando el avión llevaba a cabo una gira por Asia organizada por el fabricante ruso para promocionar este nuevo modelo, que comenzó en Kazajistán y que iba a finalizar a mediados de mayo en Laos y Vietnam.

Durante la mañana del miércoles, el Superjet había realizado un primer vuelo de exhibición en los alrededores de Yakarta sin que se registrase ninguna anomalía.

El SSJ-100, desarrollado por Aviones Civiles de Sukhoi, tiene una capacidad máxima para 95 pasajeros y un alcance de entre 3.000 y 4.500 kilómetros.

El aparato fue concebido para competir con aeronaves similares del fabricante canadiense Bombardier y del brasileño Embraer.

EFE