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Barack Obama. | Foto: AP

INTERNACIONAL

Republicanos, la piedra en el zapato de Obama y Cuba

Obama invitó al Congreso, opositor en su mayoría, a discutir y levantar el embargo a Cuba. Será un camino lleno de obstáculos.

17 de diciembre de 2014

"Concesiones sin sentido a una dictadura que maltrata a su gente y conspira con nuestros enemigos", dijo el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, John Boehner, sobre las medidas de apertura hacia Cuba anunciadas este miércoles por Barack Obama.

Los miembros de la cámara baja del Congreso, que en enero estará totalmente controlada por la oposición republicana, reaccionaron con malestar y rechazo ante la decisión del mandatario norteamericano de iniciar un diálogo inmediato con el gobierno de la isla para restablecer los vínculos diplomáticos rotos desde 1961.

"Las relaciones con el régimen de Castro no deben ser revisadas y mucho menos normalizadas hasta que el pueblo cubano pueda disfrutar de la libertad", afirmó Boehner en un comunicado emitido tras la aparición pública de Obama. El republicano opinó que la decisión del presidente "envalentonará" a todos los estados patrocinadores del terrorismo.

Tras las elecciones de mitaca de noviembre pasado –los llamados 'midterms'–, muchos analistas en Estados Unidos dieron por terminada la era Obama. Con ambas cámaras legislativas en manos de la oposición republicana y un rechazo electoral a sus políticas, el presidente fue calificado como un "pato cojo", ('lame duck'), es decir, un ejecutivo sin poder.

Obama, “el peor negociador”

"Este presidente ha demostrado hoy que su política exterior es más que ingenua", aseguró Marco Rubio, senador republicano por el estado de Florida. "Esto ignora voluntariamente la forma en la que el mundo realmente funciona". Por ello, llamó a Obama "el peor negociador que hemos tenido en la Casa Blanca a lo largo de mi vida".

Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, rápidamente tomó una posición dura y prometió obstaculizar a cualquier candidato que pueda aspirar a ser un embajador de Cuba. Además, calificó el anuncio de Obama como "realmente indignante y contraproducente", porque no ha habido una "apertura democrática" en la isla.

"Esto no hará absolutamente nada por impulsar los Derechos Humanos y la democracia en Cuba", agregó.

"Es un salvavidas para el régimen de Castro que les permitirá ser más rentables... y permanecer por más tiempo en el poder", le dijo a la cadena CNN. "El embargo es el apalancamiento, estas sanciones son el apalancamiento".

Algunos demócratas se unieron a los republicanos en el rechazo a las circunstancias que precedieron el anuncio de Obama. "Canjear al señor (Alan) Gross por tres delincuentes convictos fija un precedente extremadamente peligroso", aseguró el Senador Bob Menéndez, demócrata por Nueva Jersey y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, e indicó que esto "invita a regímenes dictatoriales a usar a los estadounidenses que cumplen misión en el exterior como ficha de canje".

“Movida desacertada”

Jeb Bush, hermano del expresidente George W. Bush, quien conmocionó al mundo político este 16 de diciembre al anunciar que explorará postularse para la Casa Blanca en el 2016, recibió con beneplácito la liberación del contratista estadounidense Alan Gross, pero dijo que aún es pronto para transformar la política hacia Cuba. "No debió estar en la cárcel para comenzar, porque no hizo nada para merecerlo", indicó.

En sus primeros comentarios importantes sobre política exterior de la incipiente campaña del 2016, Bush advirtió en un comunicado que solo Fidel y Raúl Castro, que son los que han gobernado Cuba durante más de medio siglo, se beneficiarían de la "movida desacertada" de Obama.

"Cuba es una dictadura con un récord desastroso en Derechos Humanos y ahora el presidente Obama ha premiado a los dictadores. En su lugar, deberíamos estar fomentando los esfuerzos que realmente conduzcan a la democracia legítima y justa que finalmente prevalecerá (en la isla)", dijo Bush en un comunicado publicado en su página de Facebook.

Consistente con su dura visión de las políticas con La Habana, las palabras de Bush podrían sonar atractivas a miles de cubano-estadounidenses residentes en Florida. Pero también está la cuestión de si el tema será tan determinante en las elecciones del 2016 como lo ha sido en ciclos electorales anteriores, ya que la generación más joven de estos isleños en el exilio, muchos de ellos nacidos en EE. UU., no está tan sumida en la lucha de la Guerra Fría como sus padres.

Bush ha sido un firme partidario del embargo comercial y cree que este solo debe levantarse una vez se liberen los presos políticos, Cuba adopte la democracia y se establezca una economía de mercado.

"En lugar de levantar el embargo, debemos considerar un nuevo fortalecimiento para ejercer presión sobre el régimen de Cuba", dijo previamente Bush en una reunión del Comité de Acción Política entre EE. UU. y Cuba (US-Cuba Democracy PAC) a principios de este mes.

¿Dictadura más fuerte?

"¿Y si le preguntamos a la gente que es perseguida en Cuba, a las Damas de Blanco, los presos políticos? Pregúnteles qué piensan sobre las sanciones en Cuba. Todos y cada uno de ellos le dirán que están a favor", dijo Bobby Sánchez, uno de los cubano-estadounidenses que se reunieron el miércoles en el Versailles Cafe, en torno al discurso político ofrecido por los mandatarios estadounidense y cubano.

Un puñado de manifestantes cubano-estadounidenses en las calles de Miami gritaron que Obama es un "asesino" y un "cobarde", al tiempo que otros aseguraron que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba es una traición.

A algunos les preocupa que la libertad que buscan para Cuba nunca sea una realidad, ahora que la administración Obama renovó relaciones diplomáticas con la isla comunista.

"Obama es un traidor. Un traidor a todos los cubanos", dijo Josie Rodríguez, quien luego lloró al recordar la casa que dejó atrás hace casi 47 años.

Otro visitante del café cubano en Miami, José Sánchez Gronlier, asegura que las medidas de Obama fortalecerán el régimen castrista. "Se acaba de hacer más potente la dictadura, mientras que Estados Unidos no gana absolutamente nada. Es algo muy ingenuo ", dijo.

Pero no todos tienen un pronóstico ominoso sobre el histórico anuncio hecho este 17 de diciembre.

"Hay algunas personas atrapadas en el pasado. Los más jóvenes no saben realmente lo que les sucedió. Hay una brecha", asegura Miguel Barrero.

Por su parte, José Irarragorri, quien reside en Miami desde hace 10 años y cuyos padres aún viven en Cuba, cree que es una decisión "positiva". "Si no lo intentamos, pasarán otros 50 años de lo mismo. Creo que es hora de una nueva era".

La Casa Blanca demostró con su giro hacia Cuba que aún tiene la voluntad y audacia para retar a la oposición. De todas maneras, el Congreso que arranca en enero será dirigido por los republicanos y ellos presidirán los comités legislativos, como el de Relaciones Internacionales, que tendrán en sus manos el levantamiento del bloqueo. Bajo Obama están decisiones ejecutivas como la autorización de viajes y otras medidas que suavizarán la vida de cubanos y cubano-americanos. No obstante, los opositores republicanos tienen hoy en sus manos el fin del embargo económico propiamente dicho.