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Franz-Peter Tebartz-van Elst se convirtió en el obispo más joven de Alemania en el 2008, un país con alrededor de 24.5 millones de fieles católicos. | Foto: EFE.

VATICANO

Retiran al obispo que se excedía en lujos

El papa apartó temporalmente de su cargo a un religioso acusado de fraude y manejo irregular de presupuesto.

23 de octubre de 2013

El papa Francisco expulsó temporalmente de su diócesis al obispo alemán que protagonizó un escándalo sobre un proyecto de 31 millones de euros para construir una nueva residencia y otras renovaciones.

Se trata de Franz-Peter Tebartz-van Elst, conocido como “el obispo de lujo”.

En un comunicado, el Vaticano dijo que la situación en la diócesis había llegado al tal punto que Tebartz-van Elst “no podía realizar su ministerio episcopal”. La nota añade que se ha creado una comisión para realizar “un profundo examen sobre la construcción de la sede episcopal” y que “en espera de resultados sobre esta investigación y las posibles responsabilidades” el vicario general Wolfgang Rösch, que tenía que haber entrado en su cargo en enero de 2014, administrará la diócesis de Limburg, en Alemania.

“La Santa Sede considera oportuno autorizar a Franz-Peter Tebartz-van Elst un periodo de permanencia fuera de la diócesis”, es la fórmula utilizada para apartar al obispo. Pero, ¿por qué fue apartado?

Los lujos del católico

En el 2010, el obispo anunció la remodelación del Centro Diocesano de San Nicolás, como se le conoce al complejo junto a la catedral de Limburg. Este había dicho inicialmente que las obras tendrían un valor de 5.5 millones de euros, lo cual ha sido desmentido por el arquitecto del proyecto, Michael Frielinghaus, quien dijo que su cliente sabía desde el principio del proyecto los “costes que de ahí la correspondían”.

El diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung reportó que el costo de la remodelación ascendió de la primera cifra planteada a 31 millones de euros con el pleno conocimiento del obispo; algunos medios señalan que el gasto puede ascender a 50 millones. 

El complejo cuenta con una biblioteca, salas de conferencia, una capilla, un museo, un parque y la residencia privada del obispo, en la cual, según medios alemanes, el obispo invirtió 15.000 euros en una bañera y tres millones de euros en un comedor de 63 metros cuadrados.

Actualmente, tiene un proceso que corresponde a la remodelación del complejo de la diócesis de Limburg, en el cual se le acusa de fraude e irregularidades en el manejo del presupuesto.

Como si fuera poco, “el obispo de lujo” también enfrenta otra investigación judicial por presuntas declaraciones en falso. Tiene una demanda interpuesta por la fiscalía de Hamburgo por una declaración jurada falsa sobre un viaje que, presuntamente, hizo a India en primera clase y que costó alrededor de 7.000 euros por prelado (viajaron él y el vicario general Franz Kaspar). El obispo afirmó al diario Der Spiegel que había viajado en clase económica.

A pesar de sus notorios excesos, el escándalo sólo estalló después de que los medios de comunicación alemanes denunciaran el lujoso estilo de vida del prelado y que las obras de su nueva residencia episcopal.

Por estas razones, “el obispo de lujo” intentó buscar al papa para explicarse su versión de los hechos. El pasado 21 de octubre, el papa Francisco lo recibió en el Vaticano y dos días después se conoció la decisión: alejarlo temporalmente de su cargo, mientras se realizan las investigaciones internas por parte de una comisión de la Iglesia.

Junto a la catedral de Limburgo (izq) queda el hogar remodelado por el obispo / AP

Con información de AP y EFE.