Home

Mundo

Artículo

Venezuela

'Round' para la oposición

Todo indica que habrá referendo revocatorio contra el presidente Hugo Chávez. Pero falta mucha tela por cortar.

6 de junio de 2004

El jueves de la semana pasada en Caracas era palpable la expectativa política. Aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE) había advertido que podría tomarse hasta el sábado o domingo para anunciar los resultados del reparo, el llamado del presidente Hugo Chávez a que sus partidarios se concentraran frente al Palacio de Miraflores hizo que la temperatura subiera intempestivamente.

Dicho y hecho, el vocero del CNE anunció que el número de firmas "reparadas" superaba en 15.738 el mínimo que exige la Constitución para la convocatoria del referendo revocatorio del mandato presidencial. Chávez, con un tono marcadamente irónico, dijo que "el árbitro ha emitido unas cifras preliminares con una clara tendencia, difícil de revertir", y que "la palabra del poder electoral es sagrada, por consiguiente es casi seguro que vamos a un referendo revocatorio". Recordó que fue él quien abrió las puertas a esa clase de certamen democrático, en el que "el pueblo debe evaluar a sus gobernantes en las urnas" y que por eso era un "día de victoria". El Presidente concluyó diciendo que "en mi alma, en mi espíritu, no tengo la más mínima pizca de una derrota, y ahora es cuando comienza el juego".

Los caraqueños ya presagiaban esa actitud, relativamente conciliadora, desde que el martes, en un juego de softbol, Chávez admitió que la ventaja de la oposición sería "por poco", y el miércoles, en el teatro Teresa Carreño, el vicepresidente José Vicente Rangel dijo que aun si la oposición había conseguido validar las firmas, igual "se jodieron", en alusión a que serían derrotados en las urnas.

Ese panorama, que fue recibido con júbilo por los sectores de oposición, que escenificaron caravanas de vehículos con banderas, se vio ensombrecido por disturbios protagonizados por los partidarios de Chávez, que atacaron varios medios de comunicación, en una escalada de violencia que recordó el grado de polarización del país. Para muchos, el regreso a la Venezuela existente antes de Chávez es un imposible.

Con ese preocupante telón de fondo, los observadores coincidían en que el desenlace del "reparo" fue un resultado de la presencia en el país del secretario general de la OEA, César Gaviria, y del ex presidente norteamericano Jimmy Carter. Ambos personajes disiparon cualquier posibilidad de que cualquiera de las partes pusiera en duda la validez del proceso. Y, por supuesto, se barajaban los posibles escenarios para el siguiente acto del drama venezolano, que no son ni mucho menos claros.

En el primero, Chávez aceptaría sin reservas ir al referendo y se dejaría contar contra toda la oposición. Las encuestas muestran que aún cuenta con el 30 al 40 por ciento de intención de voto, frente a cifras parecidas de sus adversarios. El Sí debería sacar más de los 3,7 millones de votos con los que Chávez salió elegido. Si los 'ni-nis' (los indecisos) no votaran, ese sería un objetivo difícil. Sobre todo teniendo en cuenta que si los consiguen, pero el No saca más, tampoco habría revocatoria.

Otra faceta de ese mismo escenario es que la oposición logre vencer a Chávez, pero éste renuncie para presentarse a las elecciones. El interrogante de si eso es jurídicamente posible está en manos del Tribunal Supremo de Justicia, dominado por el Presidente, y muchos dicen que ya tiene clara su opinión.

En el segundo escenario, Chávez llamaría a elecciones generales, con gobernadores, alcaldes y congresistas, lo cual es muy difícil pues necesitaría además de la firma del consejo de ministros, un plebiscito aprobatorio y una reforma constitucional.

El tercer escenario es el que se menciona con mayor insistencia. Chávez renunciaría antes del referendo para dejar en Miraflores a su vicepresidente José Vicente Rangel, quien tendría que convocar elecciones en un mes, con Chávez como candidato. De nuevo la cuestión jurídica estaría en manos del favorable TSJ. Chávez, quien de lejos es el mejor candidato posible en Venezuela, se enfrentaría con una oposición acéfala y dividida. De ahí que, con nerviosa insistencia, los dirigentes de la Coordinadora Democrática hicieron del grito de "¡Unidad!" su consigna política''.

En este escenario Chávez evitaría la posibilidad debilitante de ser derrotado en el referendo. Y con 24.000 millones de dólares en la chequera y sus programas sociales a plena marcha, sería un candidato casi imbatible.

Se esperan, pues, días movidos en la democracia venezolana, que cada vez marcha más por el filo de la violencia incontrolable.