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SALVADOR DEL ARTE

18 de marzo de 1996

Alemania acaba de otorgar su máxima condecoración a un hombre que ingresó a su territorio como soldado invasor. Se trata del ex capitán norteamericano Walter Farmer, quien al final de la Segunda Guerra Mundial tuvo bajo su custodia 202 pinturas de valor incalculable y se opuso a su envío a Estados Unidos. Farmer, en la vida civil arquitecto y diseñador de interiores, propició el 'Manifiesto de Wiesbaden', en el que 35 oficiales como él protestaron contra el saqueo cultural de Alemania, diciendo, entre otras cosas, que "no hay agravio que cause mayor resentimiento que remover parte de la herencia de una nación, incluso si ello se hace como botín de guerra". Aunque las pinturas fueron embarcadas, quedó planteada una polémica que llevó al gobierno de Harry Truman a devolverlas en 1948. Hoy los alemanes resaltan el contraste con la actitud de Rusia, que aún tiene en su poder un gran tesoro de su propiedad.