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Secreto nacional

24 de julio de 2000

Las salidas del primer ministro del Japón lo están convirtiendo en una leyenda entre sus conciudadanos. Desde sus comentarios sobre el origen divino del Japón, que le causaron una reprimenda del Parlamento por sus connotaciones históricas, cada vez que habla el país está a la espera del motivo para el último chiste político. Y el más bien gordo Mori no ha decepcionado a los japoneses. En uno de los últimos incidentes un hombre le preguntó por su peso. Ni corto ni perezoso Mori le contestó que eso era un secreto de estado y que por lo tanto le era imposible acceder a su petición. En la misma ocasión un niño le preguntó por qué se convirtió en primer ministro. “Yo también me lo pregunto”, fue su respuesta.