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Secuestrador de Cleveland pagará cadena perpetua

Un juez dictó la condena contra Ariel Castro, quien mantuvo cautivas a tres mujeres en el sótano de su casa.

1 de agosto de 2013

Ariel Castro, quien se ha declarado culpable de violar, maltratar y secuestrar durante una década a tres mujeres de Cleveland (Ohio, EE.UU.), fue sentenciado este jueves a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Tres meses después de que una mujer logró derribar una puerta para escapar y poner fin a casi una década de cautiverio, un hombre que fuera conductor de un autobús escolar fue condenado por el rapto de las mujeres, a quienes sometió a años de abuso sexual y físico.

Castro (53 años), gracias a un acuerdo con la fiscalía, evitó la posibilidad de cadena capital por un aborto involuntario y forzado a una de las mujeres, reportó AP.

"Creo que yo soy también una víctima", sostuvo el hombre, de origen puertorriqueño, vestido con un mono naranja y con una prominente barba.

En un discurso en el que buscó pedir disculpas a las víctimas y a la sociedad, Castro manifestó que "no es un monstruo sino un enfermo". Aceptó que es un adicto: “He pedido perdón a Dios y apelo a que tengo una adicción al sexo y que se me juzgue consecuentemente”.

"Quiero disculparme con las victimas, decir que siento mucho lo que vivieron. Trato de contestar mis propias preguntas y aún no se por qué pasó todo". indicó. Añadió también que "no estoy tratando de poner excusas. Sé que obré mal, pero no soy una persona violenta".

Castro insistió en que no "torturó a las mujeres" y que "no es una persona violenta". Afirmó que, pese a la situación, "en el interior de esa vivienda hubo armonía". En ese mismo sentido, dijo que "la mayor parte del sexo que hubo en la casa fue consentido" y que las acusaciones de abusos sexuales son "falsas", puesto que, según él, "muchas veces" ellas le pidieron tener sexo.

Michelle Knight, una de las mujeres que estuvo cautiva durante más de una década, dijo a Efe que su secuestrador, le "robó" 11 años de su vida, que le puede perdonar, pero "nunca" olvidará, y que merece pasar el resto de su vida en prisión.

"Lloré cada noche, los años se volvieron una eternidad", contó entre sollozos Knight durante la audiencia en la que hoy se conocerá la sentencia contra Castro.

"Nadie debería tener que pasar por lo que yo pasé", agregó al recordar que cuando fue secuestrada en 2002 tenía un hijo de apenas dos años que se quedó "muy solo".

Con Efe y AP