Home

Mundo

Artículo

MUNDO

Sobrevivientes describen escenas de horror en la isla noruega

El hombre que asesinó al menos a 84 personas en un campamento juvenil en una isla al noroeste de Oslo utilizó su disfraz para atraer a sus víctimas, luego les disparó dos veces para asegurarse que estuvieran muertas.

23 de julio de 2011

El hombre con uniforme de policía gritó a las personas en el campamento que se acercaran. Cuando lo hicieron, las mató.

El hombre que asesinó al menos a 84 personas en un campamento juvenil en una isla al noroeste de Oslo utilizó su disfraz para atraer a sus víctimas, luego les disparó dos veces para asegurarse que estuvieran muertas, dijeron el sábado sobrevivientes en el poblado de Sundvollen, a donde fueron trasladados tras la masacre del viernes.

"Vi a mucha gente muerta", relató Elise, cuyo padre Vidar Myhre, no quiso que revelara su apellido. "Primero él atacó a la gente en la isla. Después, comenzó a abrir fuego contra las personas que estaban en el agua".

Elise dijo que se ocultó detrás de la misma roca donde estaba parado el atacante.

"Podía oír su respiración desde arriba de la roca", señaló.

Asustada, la niña llamó por teléfono a sus padres y les susurró lo que estaba sucediendo.

"Me dijeron que no entrara en pánico y que todo iba a estar bien". Sus padres también le dijeron que se quitara una sudadera de colores brillantes que traía puesta para no atraer la atención.

Agregó que era imposible decir cuántos minutos pasaron mientras ella esperaba a que el agresor se detuviera.

Los sobrevivientes describen una escena de terror puro en el campamento, que es organizado por la rama juvenil del gobernante Partido Laborista. Cientos de jóvenes esperaban ansiosos un discurso que el primer ministro Jens Stoltenberg daría el sábado en ese lugar.

La policía informó que el hombre arrestado en el tiroteo es un noruego que también colocó una bomba que mató a siete personas afuera de las oficinas del primer ministro en Oslo, a unos 35 kilómetros (20 millas) del campamento en la isla de Utoya.

Muchos de los supervivientes parecían tranquilos mientras sus ansiosos padres los recogían en un hotel de Sundvollen, pero las historias que contaban eran de terror total.

Dana Berzingi dijo que el falso policía le ordenó a la gente juntarse, luego sacó armas y municiones de una bolsa y comenzó a disparar.

AP