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Bowe Bergdahl fue liberado a cambio de talibanes. | Foto: AP.

INTERNACIONAL

Soldado liberado por talibanes regresa a EE. UU.

El Pentágono confirmó que Bowe Bergdahl llegó a su país tras cinco años de cautiverio en Afganistán.

Alianza DW
13 de junio de 2014

El sargento de artillería estadounidense Bowe Bergdahl había sido liberado el pasado 31 de mayo, pero permanecía en el hospital militar estadounidense de Landstuhl, en Alemania.

A partir de ahora, su proceso de recuperación continuará en San Antonio, Texas, a donde llegó este viernes 13 de junio.

"Continuará la siguiente fase de su proceso de reintegración. No hay un cronograma para ese proceso", explicó el secretario de prensa del Pentágono, el contralmirante John Kirby.

La puesta en libertad de Bergdahl se vio ensombrecida por la controversia que generó la decisión del presidente de EE. UU., Barack Obama, de intercambiarle por cinco altos mandos talibanes encarcelados en la prisión de Guantánamo, en Cuba.

El portavoz talibán Sabiullah Muyahid explicó que el sargento Bergdahl fue llevado hasta el distrito de Alishah, en la provincia de Khost, en la tarde del sábado 31 de junio. “Entonces aterrizaron los helicópteros de los enemigos y se lo llevaron”, y agregó que, después de cinco años en cautiverio, Bergdahl recibió un presente de despedida de los talibanes: “Un turbante, símbolo de Afganistán, como regalo de los muyahidines”.

La oposición republicana criticó a Obama por haber entregado a cinco prisioneros a cambio de Bergdahl y por tomar la decisión sin notificarlo previamente, ya que hay una ley obliga al gobierno a informar al Congreso por adelantado sobre la liberación de prisioneros en Guantánamo, lo que esta vez no sucedió. Algunos legisladores acusan al mandatario de haber capitulado ante los terroristas.

Los cinco líderes talibanes liberados a cambio del soldado llegaron el 1 de junio al emirato de Catar, cuyo gobierno actuó como mediador. Allí fueron recibidos por representantes de la oficina de enlace talibán en Doha y del consejo directivo del grupo. “Ellos permanecerán con sus familias en Catar y llevarán una vida normal”, señalaron en un comunicado.

Por otro lado, los antiguos compañeros de Bergdahl también acusaron al soldado de haber desertado cuando fue capturado por los talibanes, en cuyas manos cayó de una forma que no ha sido del todo aclarada.

“Haremos lo que sea necesario para recuperar a todo miembro de las Fuerzas Armadas que esté cautivo. Esa promesa está en el tejido de nuestra nación y nuestras Fuerzas Armadas”, dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, al Comité de las Fuerzas Armadas en la Cámara de Representantes, el pasado 11 de junio.

“Al igual que la mayoría de los estadounidenses, me sentí ofendido y desilusionado por cómo fue tratada la familia Bergdahl por algunos en este país”, agregó.

Se espera que Bergdahl hable con la prensa sobre sus cinco años como prisionero, al tiempo que el Pentágono asegura que su salud ha mejorado ostensiblemente desde su liberación el 31 de mayo.

Sin embargo, cartas dadas a conocer recientemente muestran que la salud mental del sargento se vio afectada por el cautiverio, al tiempo que mostraba las dudas que tenía el soldado con sus superiores.

Durante ese período, Bergdahl pudo enviar cartas a su familia gracias a la intervención de Cruz Roja. “Los líderes han faltado, o no han existido”, escribió en una de ellas, llena de errores de redacción, lo que hablaría de cierta confusión mental. “Las condiciones eran malas y parecen empeorar para los hombres que estaban arriesgando sus propias vidas en el ataque”, escribió en una extraña misiva con fecha del 23 de marzo del 2013.

Analistas sostienen que la liberación de Bowe Bergdahl, de 28 años, puede darle un impulso a la imagen del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en lo que respecta al tema de la seguridad nacional. Y es que Bergdahl era el único soldado estadounidense registrado como prisionero de guerra en Afganistán. Las accidentadas negociaciones para conseguir que los talibanes lo dejaran libre volvieron a prosperar en noviembre del 2013, cuando los rebeldes manifestaron su disposición a dialogar sobre un posible intercambio de prisioneros.