Sorprendente caso de doctor que logró librar cáncer con su propio tratamiento

En mayo de 2023, mientras se encontraba en Europa dando conferencias médicas, Richard Scolyer, profesor de la Universidad de Sydney, sufrió una convulsión en Polonia. Este evento llevó al reconocido patólogo de regreso a Australia, donde se sometió a una resonancia magnética que reveló un diagnóstico desgarrador: glioblastoma en etapa 4, una forma agresiva y terminal de cáncer cerebral.

Según informó del New York Post, el subtipo de glioblastoma de Scolyer se clasifica como tan agresivo que la mayoría de los pacientes no sobreviven más de un año.

Scolyer, director del Melanoma Institute Australia, se asoció con su codirectora, Georgina Long, para desarrollar un plan de tratamiento personalizado. Basándose en una década de investigación en inmunoterapia, la pareja obtuvo resultados prometedores para combatir la enfermedad. Decidieron utilizar una combinación de medicamentos antes y después de la cirugía para extirpar el tumor, lo que marcó la primera vez que se aplicaba este enfoque en el mundo.

Después de consultar a expertos, se optó por la inmunoterapia combinada, administrada tanto antes como después de la cirugía de Scolyer. Además, el profesor fue el primero en recibir una vacuna adaptada específicamente a las características de su tumor, lo que aumentaría la efectividad de los medicamentos para detectar y combatir el cáncer. Así mismo, de estos tratamientos, Scolyer también recibió seis semanas de radioterapia después de la cirugía.

El glioblastoma es uno de los cánceres cerebrales más agresivos y difíciles de tratar. Se caracteriza por su rápida reproducción y la infiltración de tejido cerebral circundante, lo que dificulta su extirpación completa mediante cirugía. A menudo, la combinación de cirugía, radioterapia y quimioterapia se utiliza para tratar este tipo de cáncer, pero los resultados son generalmente limitados y la tasa de supervivencia a largo plazo sigue siendo baja.

Aunque el tratamiento no comenzó sin problemas y Scolyer enfrentó convulsiones epilépticas, problemas hepáticos y neumonía en los primeros meses, ha mostrado una notable mejoría. Incluso ha retomado su rutina diaria, incluyendo trotar 9.3 millas al día.

Aunque reconoce que su cáncer cerebral no está curado, está agradecido de que aún no haya regresado, lo que le brinda más tiempo para disfrutar de la vida con su esposa y sus tres hijos. Scolyer ha compartido su viaje médico en redes sociales, documentando cada resultado de su resonancia magnética, con el objetivo de concienciar sobre esta enfermedad y ofrecer esperanza a otros pacientes.

Su historia destaca la importancia de la investigación y el desarrollo de tratamientos personalizados para el cáncer, así como la necesidad de mantener una actitud positiva y perseverante durante la batalla contra la enfermedad.