Tensión en Beijing

La visita de Hillary Clinton a China resultó tan movida como se esperaba. La secretaria de Estado debía verse con Xi Jinping, actual vicepresidente y próximo líder de China, pero la reunión fue cancelada por el gobierno de Beijing. Aparentemente el motivo está en las declaraciones de Clinton, según las cuales Estados Unidos estaba disgustado por la negativa de los chinos de apoyar en el Consejo de Seguridad de la ONU las sanciones al gobierno sirio de Bashar al Assad. El ministro de Relaciones Exteriores chino, Yang Jiechi, también soltó comentarios fuertes para dejar en claro que su gobierno no aceptará la intervención del gobierno estadounidense en la ya tensa disputa por varias islas del Mar de China. Hace poco más de un año el presidente Barack Obama dijo que iba a rebalancear sus políticas internacionales para enfocarse en Asia y parece estar cumpliendo su palabra, pero sus intenciones no caen nada bien en China. Allá se entiende esta nueva atención como un intento de Estados Unidos por contener a un país que se perfila como una potencia mundial.