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TERROR CONTRA TERROR

Tras el asesinato en Nueva York de un activista judío antiárabe, se incrementan las tensiones en Israel.

10 de diciembre de 1990


El rabino Meir Kahane nunca ocultó sus puntos de vista sobre los árabes, y eso parece haberle costado la vida. Uno de esos "perros" -como él les llamaba- estaba entre las 70 personas que escuchaba su conferencia en el Hotel Marriot West Side, de Nueva York. No bien finalizada la intervención, ese hombre - identificado más tarde como El Sayed Noseir, egipcio -se acercó al corrillo reunido alrededor del conferencista. Sin mediar palabra, y con la sonrisa en los labios, el desconocido extrajo un revólver .357 e hizo dos disparos. Uno de ellos alcanzó en el cuello al rabino, quien murió unos cuantos minutos más tarde.

El asesinato produjo una reacción inmediata en los medios judíos de Estados Unidos e Israel. Meir Kahane era un activista extremista y controvertido, pero gozaba de un cierto grado de respeto entre la comunidad hebrea de Estados Unidos y en algunos círculos israelíes. En el funeral de la sinagoga de su barrio natal de Brooklyn, estaban presentes no sólo los miembros de su Liga de Defensa Judía, sino de otras más moderadas, incluso de aquellas que habían criticado a Kahane. "Yo no soy radical. Soy un Hasid. Pero gracias a Dios que teníamos a Meir Kahane. El hizo cosas que hubiéramos hecho todos", afirmó allí el rabino Elimelech Naiman.

Una apreciación que, sin embargo, no parecía compartida por muchos grupos judíos, que parecieron distanciarse deliberadamente de la posición ideológica del difunto. Para algunos de ellos la muerte violenta del activista serviría, paradójicamente, para santificar sus medios. El rabino Marc D. Angel, dijo al respecto que "el asesino, en la mente de muchos, habrá justificado la ideología de Kahane".

Una ideología basada, sobre todo, en la violencia y en la tesis de que la única forma de tratar el problema de los palestinos de Israel es su expulsión incondicional. Kahane, que a su muerte tenía 58 años, nació en Nueva York y emigró a Israel en 1968, donde adquirió la ciudadanía. Fundó la L.D.J en ese mismo año y salió electo al parlamento (Knesset) en 1984. En ambos países fue arrestado y condenado en varias ocasiones en los últimos 20 años, por cargos que iban desde terrorismo hasta atentados contra el order público.
A fines de la década de 1960, Kahane trabajó como informante del FBI y con el apoyo de la CIA, se dedicó a promover entre la comunidad judía ortodoxa, la aceptación de la política norteamericana en Vietnam.

Según se afirma, tras un encuentro en 1969 con el dirigente ultraderechista israelí Geula Cohen y el actual primer ministro Yitzhak Shamir, en Nueva York, Kahane lanzó una violenta campaña contra objetivos soviéticos en Estados Unidos. El propósito era conseguir que la URSS flexibilizara su política de emigración de judíos. De esa forma, la L.D.J. habría colocado bombas en dos oficinas soviéticas en Nueva York, en 1971. Kahane fue condenado a cinco años de prisión por conspirar para la fabricación de explosivos. Sin embargo, al ser suspendida su sentencia, el israelí sólo pasó 4 meses en la cárcel.

En 1972, Kahane fue arrestado en Israel por un contrabando de explosivos a Europa, al parecer para colocarlos en la embajada libia en Bruselas. Esta vez recibió una sentencia -de nuevo suspendida de dos años.

Pero allí no terminarían sus acciones. Se afirma también que en 1975, Kahane fue uno de los fundadores de la organización antiárabe "Terror contra terror", que más tarde se atribuyó una serie de atentados dinamiteros y de ataques contra objetivos palestinos en Israel y en los territorios ocupados. En 1984 resultó elegido al Knesset, como jefe del partido extremista "Kach".

Al año siguiente, el director del FBI William Webster mencionó a la J.D.L. como el "posible grupo responsable" del asesinato de un director regional del Comité Arabe Nortearnericano contra la Discriminación, y de una bomba incendiaria colocada contra las oficinas de esa entidad en Washington.

Kahane nunca pareció definirse entre sus dos nacionalidades. En 1986, el Departamento de Estado norteamericano le canceló la ciudadanía, con el argumento de que su aceptación de la israelí era un "acto de expatriación". Kahane apeló esa decisión, y al año siguiente se abstuvo del juramento de lealtad exigido por el Knesset, por lo que perdió el derecho a deliberar allí.

Como si eso fuera poco, en 1988 la Corte Suprema de Israel descalificó a su partido "Kach" por tratarse de una organización racista, y le impidió buscar su reelección.

No resulta extraño que los seguidores del "halcón" Kahane clamen por la venganza. Ella ya se ha comenzado a materializar, según parece, en la muerte de una pareja de ancianos palestinos en la ribera oeste. Las autoridades del país llamaron a la prudencia. Sin embargo el episodio será, sin lugar a dudas, otro factor en la dinámica de la violencia, que parece apoderarse sin remedio de Israel.