Terroristas tras las rejas

Capturados y juzgados en España, 24 procesados de Al Qaeda enfrentan penas que van desde siete años de prisión a los 74.000 años para los jefes. Así, Madrid será el escenario de la primera gran condena internacional contra Al Qaeda por los atentados del 11 septiembre de 2001.

Este macrojuicio a Al Qaeda en España, que se celebró entre el 22 de abril y el 5 de junio, y cuya sentencia se emitirá en los próximos días, ha estado rodeado de seguridad excepcional. Las autoridades convirtieron un pabellón de exposiciones de Madrid en sala de audiencias, hecha con material a prueba de explosivos, y construyeron ocho calabozos subterráneos. Los 24 acusados testificaron en una jaula blindada, y más de 170 periodistas de todo el mundo sólo pudieron presenciar el proceso por circuito cerrado.

Las inculpaciones se centran en la vinculación de los detenidos con los líderes de Al Qaeda y con la célula 'Soldados de Alá', creada en España en los 90, y que brindó cobertura logística y financiera para los atentados en Estados Unidos. A algunos también se les acusa de colaborar en los de Casablanca (Marruecos) en 2003 y Madrid en 2004.

"La sentencia contra estos 24 acusados debe ser ejemplar, porque España debe demostrar que para hacer frente al terrorismo internacional no hacen falta guerras ni campos de concentración, sino juicios donde el Estado de Derecho sale fortalecido", dijo a SEMANA el fiscal del proceso, Pedro Rubira, quien ha criticado el "modelo de lucha antiterrorista" de Estados Unidos con la guerra de Irak y Guantánamo.

El principal acusado es el sirio Imad Eddin Barakat, 'Abu Dahdah', creador de 'Soldados de Alá', y acusado de coordinar los ataques a Estados Unidos, Casablanca y Madrid. Rubira pide para 'Abu Dahdah' una condena de 74.325 años, a razón de 25 años por cada una de las 2.973 víctimas de los atentados de Nueva York y Washington.

También se pide esa condena para el marroquí Driss Chebli, imputado de preparar la reunión de los líderes españoles de la red con Mohamed Atta (uno de los pilotos de las Torres Gemelas), y el jordano Ghasoub Al Abrash, acusado de ser enlace con Osama Ben Laden y quien realizó las filmaciones de las Torres que sirvieron para planear los atentados. Pese a la cantidad de años de condena, si son declarados culpables sólo cumplirán 30 de prisión, el máximo previsto por la legislación española para cuando ocurrieron los atentados de Estados Unidos.

Todos los imputados tienen origen árabe, aunque al menos la mitad son de nacionalidad española. Sobre los 21 inculpados restantes podrían recaer condenas de entre siete y 27 años, y entre éstos se destaca el periodista de la cadena Al Yazira, Taysir Alony, uno de los pocos reporteros que ha entrevistado a Osama Ben Laden. A Alony se le acusa de conformar un grupo integrista en Granada y de llevar dinero desde España a las redes en Afganistán, aprovechando sus frecuentes viajes a Oriente Medio.

Ante la inminencia de la sentencia, Alony y Jamal Hussein fueron llevados a prisión hace pocos días, pues se encontraban excarcelados por su estado de salud, y las autoridades temían que fueran a fugarse del país, ya que Alony había pedido infructuosamente viajar a Siria por el fallecimiento, que no probó, de su madre. Alony ha contado con el apoyo de organizaciones de periodistas y de algunos medios españoles, y la organización Reporteros sin Fronteras expresó en un comunicado sus dudas sobre las razones que llevaron "a privar de libertad a un hombre enfermo que nunca intentó sustraerse a la justicia española durante los dos años que duró la investigación".

Pero el desenlace no será fácil. Rubira y muchos españoles confían en que los 24 acusados sean condenados a las penas máximas, algunos analistas creen que las sentencias no serán tan contundentes. "Más que pruebas los jueces tienen indicios que quizá den al traste con los deseos de que se impongan condenas ejemplares", dijo a SEMANA Hugo Ruiz, de la Asociación Crítica del Derecho de Madrid (ACD). Los abogados ya anunciaron que apelarán, con lo que este macroproceso se podría alargar durante varios meses, si no años.