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La profesora Christine Blasey Ford se presenta en el Senado estadounidense para acusar a Kavanaugh por agresión sexual. | Foto: REUTERS

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El testimonio por agresión sexual que tiene entre las cuerdas al candidato de Trump a la Corte Suprema

La Comisión Judicial del Senado de Estados Unidos abrió este jueves la histórica audiencia para la nominación del juez Brett Kavanaugh a la Corte Suprema, un proceso salpicado por las declaraciones de Christine Blasey, quien lo acusa de una agresión sexual que habría sido cometida en 1982. "Estoy 100 % segura que el agresor fue Kavanaugh", aseguró.

27 de septiembre de 2018

El magistrado de 53 años, Brett Kavanaugh, se juega su carrera en esta audiencia pública que es transmitida en directo. En la audiencia de nominación, la denuncia de la académica experta en sicología Christine Blasey Ford, que asegura que Kavanaugh intentó violarla en una fiesta de estudiantes, será confrontada con la versión del juez, que niega las acusaciones.

"Creí que iba a violarme. Traté de gritar para obtener ayuda", dijo Blasey Ford, según un testimonio preparado que obtuvieron los medios estadounidenses el miércoles y que ella entrega este jueves ante la comisión. Entre las grandes expectativas de la audiencia estaba ver por primera vez el rostro de Blasey Ford de la cual sólo se conocían fotos antiguas y una imagen de las redes sociales en las que aparecía con lentes de sol. 

Al inicio de la audiencia esta académica experta en trauma comparecía con un traje azul marino y sus ojos enmarcados por lentes ópticos traslucían un leve nerviosismo. En la apertura de la audiencia, Blasey aseguró que estaba "aterrada", pero que era su deber testificar, durante una declaración leída con voz temblorosa, al borde del llanto.

En contexto: El candidato de Trump a la Corte Suprema acusado de agresión sexual

"No estoy aquí porque quiero. Estoy aterrada", dijo Christine Blasey Ford cuando compareció en la mesa de testigos en una sala abarrotada en la Comisión Judicial del Senado, en una sesión que comenzó con una introducción del presidente de la entidad, el republicano Chuck Grassley. Aseguró también que el ataque está grabado en su memoria y siempre la ha acosado.

Si Christine Blasey Ford consigue convencer al presidente estadounidense Donald Trump de la veracidad de sus acusaciones, éste afirmó que podría renunciar a su candidato y proponer a otra persona. 

Pero hasta ahora, pese a que crecen las denuncias de supuestos abusos contra Kavanaugh, Trump ha mantenido su apoyo al magistrado. Hace dos semanas, Kavanaugh parecía encaminado a obtener el visto bueno del Senado para entrar en la Corte Suprema, una jurisdicción que dirime cuestiones fundamentales de la sociedad estadounidense, como el derecho al aborto, a portar armas de fuego y los derechos de las minorías.

Para Trump, colocar a un juez conservador en un cargo vitalicio en la alta corte sellaría su objetivo de dejar en minoría a los jueces progresistas o moderados durante muchos años.  

Según el testimonio de Blasey Ford con su amigo de la juventud la aislaron en una habitación y el futuro juez habría intentado inmovilizarla mientras trataba de desvestirla. En un momento de confusión ella habría logrado huir. 

"Me han atormentado"

Blasey Ford, de 51 años dijo que la presunta agresión de Kavanaugh, en la que ella asegura que él le tapó la boca con la mano para evitar que gritara, la dejó "drásticamente alterada", pero añadió que fue su "deber cívico" decirle a los abogados lo que había sucedido. "Los detalles de esa noche que es lo que me trae aquí son cosas que nunca voy a olvidar. Han quedado grabados en mi memoria y me han atormentado por momentos en mi vida adulta", dijo.

Después de estos testimonios preliminares, ambas partes van a ser interrogadas de forma separada por los senadores y por una delegada experta en violencia sexual, que fue contratada por los republicanos, que prefirieron delegar en una mujer el proceso ya que todos los miembros de la comisión del partido son hombres. 

La actriz Alyssa Milano, una de las estrellas de Hollywood que denunció los abusos que destapó el movimiento #MeToo, viajó hasta Washington para ofrecer su apoyo a Blasey Ford. 

Quise venir "para mostrar mi apoyo a la doctor Ford, para expresar mi solidaridad con otras mujeres, otras supervivientes que han vivido experiencias similares, creo que lo más bello ha emergido de los últimos dos años es haber podido entender que las mujeres estamos aquí las unas para las otras", dijo la actriz a la AFP. 

"Cambiar de opinión"

Desde que Blasey Ford salió a la luz con su testimonio, otras dos mujeres la siguieron. Deborah Ramirez, una compañera de Kavanaugh en la Universidad de Yale que lo acusa de haberse sacado los pantalones y de haberle frotado los genitales en la cara y Julie Swetnick, que el miércoles expuso una serie de supuestos abusos en un testimonio escalofriante. 

"Yo vi a Brett Kavanaugh beber excesivamente en muchas de estas fiestas y lanzarse en conductas de abuso y comportamientos agresivos hacia las chicas, incluyendo tocamientos e intentos de sacarles la ropa o arreglarla para exponer las partes privadas de las chicas", dijo Swetnick en el comunicado difundido por su abogado, Michael Avenatti, quien también defendió a la actriz porno Stormy Daniels en su litigio contra Trump. 

La mujer denunció que Kavanaugh, con otros jóvenes, intentaban embriagar a las chicas para poder abusar de ellas y dijo que fue víctima de una violación colectiva en 1982 en una fiesta en la que el hoy juez estaba, sin dar más detalles.

El miércoles por primera vez emergió una sombra de duda en su sólido respaldo. "Si creyera que él es culpable de algo así, sí, claro. Quiero ver", dijo Trump a los periodistas en Nueva York, donde participaba en la Asamblea de la ONU. "Es posible que si escucho algo así, diga: ‘Voy a cambiar de opinión‘", agregó.

*Con información de AFP...