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Donald Trump | Foto: AP

ESTADOS UNIDOS

Todos contra Donald Trump

En el primer debate televisado, el magnate demostró que es un botafuego, que no piensa cambiar y que va por más.

7 de agosto de 2015

Para todos los demás aspirantes a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump se está convirtiendo en un verdadero problema. Muchos habían pensado que lo peor que podía haber dicho el conocido magnate norteamericano eran sus letales frases contra la comunidad mexicana. Ya se sabe que no va a ser así y que va por más. 

En su primera aparición en un debate televisado dejó claro que cree que "el gran problema de este país es ser políticamente correcto. Yo he sido cuestionado por mucha gente, pero francamente no tengo tiempo para ser políticamente correcto. Y para ser honesto este país tampoco tiene tiempo".

Trump logró llegar a uno de los diez apreciados cupos para estar en ese debate. La cadena Fox había dispuesto un escenario en horario estelar y él sabía que era su momento de oro. De hecho, muchos de los analistas aseguraban que sus venenosas frases contra la inmigración ilegal y su propuesta de crear un muro entre México y Estados Unidos eran estrategias para subir en popularidad para acceder a ese codiciado espacio. Así fue y el candidato republicano pasó del puesto 17, en el que estaba antes de ese escándalo, a liderar la intención de voto en una encuesta de CNN.
 
Sin importar lo que pase con su intención de voto, es muy poco probable que a Trump el Partido Republicano lo nomine a la presidencia. Y ese es el problema. En la primera pregunta del debate el moderador pidió que quién estuviera dispuesto a salirse del partido y tomar una candidatura república levantara la mano. Solo Trump lo hizo.

El gesto es una estocada mortal para ese partido. Sobre todo teniendo en cuenta que se enfrentará en las próximas elecciones a Hillary Clinton y que desde ya se anticipa que llegar dividido garantiza una derrota. A propósito de ella, Trump aseguró que los Clinton asistieron a su boda porque “no tenían otra opción” ya que él es uno de los financiadores de su fundación. 

Muchos creen que esa actitud como candidato independiente puede restarle muchos votos a los republicanos  y por eso el ex gobernador de Texas, Nick Perry aseguró recientemente que el magnate “es un cáncer para el partido”.

Trump se robó el show del debate televisivo. A los candidatos que tienen más chance que él como Jeb Bush, exgobernador de Florida y hermano del ex presidente George Bush, y el  senador Marco Rubio, les fue bien. Sin embargo, con su exageración, sus pullas y sus frases catastrofistas, el magnate se tomó el debate.

La moderadora le recordó que él suele llamar a las mujeres que no le agradan “cerdas gordas” y “animales despreciables”. Trump contestó que eso solo fue verdad frente a una mujer: la comediante Rosie O'Donnell.

Trump hizo mucho énfasis a sus ideas de ultra derecha sobre la inmigración. Dijo que "nuestros políticos son estúpidos y el Gobierno mexicano es mucho más listo". Insistió en la necesidad de construir una muralla entre México y Estados Unidos para evitar que ese país les siga mandando criminales a Norteamérica. Y también se lanzó contra el actual presidente Barack Obama: “Yo diría que es incompetente, pero no quiero hacer eso porque no es agradable”.

Con esa demostración, quedó claro que Trump promete botar fuego en los 11 debates que quedan hasta marzo del próximo año cuando ya habrán comenzado las primarias. Y que lo que puede venir es peor.