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TODOS A VOTAR

LAS ELECCIONES MAS GRANDES DEL MUNDO PODRIAN LLEVAR A LA EMANCIPACION POLITICA DE LAS CASTAS MAS BAJAS.

3 de junio de 1996

Ningunas elecciones del mundo suponen una operación tan gigantesca como las de la India, donde cerca de 600 millones de votantes deben elegir 543 miembros de la Cámara baja entre 14.000 candidatos, distribuidos en más de 400 partidos y candidaturas independientes, por medio de 750.000 puestos electorales ubicados por todo el gigantesco territorio nacional. De ahí que los comicios se desarrollen en seis días no consecutivos entre el 27 de abril y el 30 de mayo y que los primeros resultados no comiencen a conocerse sino el 7 de este mes. Como si eso fuera poco, el estado de Jammu y Cachemira, bajo emergencia desde 1990 debido a un movimiento separatista musulmán, votará en mayo 7, 23 y 30.Esos datos dan una idea de la complejidad de ese proceso . Sin embargo las elecciones de este año tienen un ingrediente adicional, constituido por un realineamiento de las fuerzas que amenaza con dejar por fuera del poder al Partido del Congreso, la organización de Mohandas Gandhi y Jawaharlal Nehru, que ha gobernado al país en 43 de los 48 años de vida independiente.Ese cambio tiene que ver con los cimientos mismos de una organización social milenaria: la división de la sociedad en castas bien delimitadas, en las cuales la religión hinduísta sostiene que toda persona nace y muere. Hasta los años 80 el Partido del Congreso dominaba la escena política con una doctrina que abarcaba todas las castas, si bien con una base de poder fundamentada en los brahmanes, las castas superiores, y una actitud paternalista hacia las inferiores. Ese fue el escenario de las luchas de Gandhi, llamado 'Mahatma', quien acuñó el término "Hijos de Dios" para los más bajos de la sociedad, los 'intocables'. Estos ya no se llaman así porque el término fue oficialmente prohibido en 1950 cuando se eliminó la discriminación. Pero la realidad es que esas castas existen, y que por lo menos el 85 por ciento de la población de 930.000.000 de personas está por fuera de la élite, lo cual significa que el sistema, tal como funciona en la realidad, es una talanquera para la inmensa mayoría de los indios, que viven en condiciones de pobreza absoluta.Esta vez ese orden de cosas está a punto de recibir un golpe mortal porque las castas bajas ya no parecen dispuestas a apoyar a un partido al que ya no perciben como su aliado. Por una parte, el gobierno del actual primer ministro, P.V. Narasimha Rao, se ha visto acosado por una serie de escándalos de corrupción que ha costado el puesto a siete ministros. Y, por la otra, nuevos partidos basados en intereses sectoriales, como religión, regionalismo, lenguaje y castas, han fragmentado enormemente el panorama político y abierto la posibilidad para que cientos de millones voten por primera vez por fuera del esquema del Partido del Congreso.Todo ello hace que, según las encuestas, ninguno de los partidos en liza esté en condiciones de anunciar esta semana una mayoría absoluta que le permita formar gobierno. Por eso lo que viene es una intensa serie de maniobras con los tres bloques en primer lugar: el gobernante Partido del Congreso, el Bharatiya Janata _BJP_, que defiende una especie de nacionalismo hinduísta bajo el liderazgo de L.K. Advani, y la candidatura de Atal Behari Vajpayee y una alianza de centro-izquierda llamada Frente Nacional.La preeminencia del BJP despierta temores no sólo entre la minoría musulmana sino entre los observadores asiáticos, quienes temen su posición hegemonista favorable a que India desarrolle su bomba atómica. Por todo eso, para algunos indios, el futuro de su país está amenazado por ese surgimiento de lo que se lama allí 'castismo' o 'comunalismo', términos que describen a esos partidos derechistas como el BJP, que basan su campaña en el antagonismo hacia los 120 millones de musulmanes. Pero para otros, especialmente los defensores de los nuevos partidos sectoriales, el realineamiento político es una expresión de las realidades milenarias, que estaban ocultas tras la ideología pan-india del Partido del Congreso.