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Tokio quiere recibir una segunda olimpiada

El respaldo para realizar los juegos olímpicos del 2016 ha sido masiva por parte de los habitantes de esta ciudad.

26 de septiembre de 2009

Si hay algo que puede hacer que los ocupados habitantes de Tokio se enteren de la candidatura de su ciudad para ser anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2016, es un robot tan inmenso que podría enfrentarse con Godzilla.

Símbolo perfecto de la tecnología que le ha dado fama a Japón, el robot con voz fue parte de una campaña de mercadeo para darle calor a la campaña de Tokio, luego que un sondeo del Comité Olímpico de Internacional indicó en febrero que apenas el 55% de la población apoyaba la gestión.

Réplica del popular personaje Mobile Suit Gundam, del anime creado por Yoshiyuki Tomino, el robot fue colocado en la isla de Odaiba que se encuentra frente a la ciudad en la bahía de Tokio.

Los organizadores dicen que el respaldo ha ido en aumento. Un ejemplo fue una marcha el miércoles por las calles de la capital japonesa y que convocó a más de 400.000 personas.

"Tokio 2016 refleja la pasión de 34 millones de personas en nuestra dinámica capital y más de 100 millones de simpatizantes en todo nuestra nación que saben que esta nuestra oportunidad de crear un mejor futuro para Japón por medio del deporte", dijo Hidetoshi Maki, el número dos de la campaña de Tokio.

Tokio se enfrenta con Chicago, Madrid y Río de Janeiro por el derecho para montar los Juegos de Verano de 2016. El COI seleccionará la ciudad triunfante el próximo viernes en Copenhague.

En medio de una recesión económica, los nipones dicen que la suya es la mejor opción entre las cuatro.

Tokio cuenta con el presupuesto metropolitano más grande del mundial. Si fuese un país, la capital japonesa tendría el 15to producto interno bruto del mundo. Ese poderío económico, según el argumento, ofrece la alternativa más segura para el montaje de una olimpiada.

"Ninguna otra candidata ofrece el mismo nivel de garantías al COI", dijo el director de la candidatura, Ichiro Kono. "Esto incluye el máximo compromiso posible de tanto el gobierno nacional como el local, y 4.000 millones de dólares ya han sido apartados en cuentas bancarias para cubrir todos los proyectos de infraestructura".

Tampoco se quieren quedar atrás en cuanto llevar a la votación a personalidades. El recién electo primer ministro Yukio Hatoyama recibió la invitación para estar presente y se solicitó que el príncipe Naruhito y la princesa Masako acudan.

Hatoyama, quien asumió el 16 de septiembre tras el triunfo de su Partido Demócrata sobre el tradicional gobernante Partido Liberal Democrático, escribió en una carta a los miembros del COI en la que les garantizó que el gobierno mantiene intacto el apoyo a la candidatura.

Tokio es la única ciudad entre las cuatro con una trayectoria demostrada de montar grandes citas deportivas en forma reiterada. Ya albergó una olimpiada en 1964, tuvo un papel preponderante en la Copa Mundial de fútbol de 2002 (en la que Japón fue coanfitriona con Corea del Sur) y recibió el mundial de atletismo en 1991. Japón también montó los Juegos de Invierno de 1998 en Nagano y los 1972 en Sapporo, además del mundial de atletismo de 2007 en Osaka.

Algunos temen que la candidatura de Tokio se presentó demasiado próxima a los Juegos de Beijing 2008 y que el COI se resistiría en que las justas vuelvan a Asia tan rápidamente.

"Las olimpiadas deberían ir a sitios donde no se han realizado nunca", dijo la oficinista Masa Kikuta. "Creo que Río debería serlo. Además, nosotros tenemos cosas más
importantes para gastar el dinero de los contribuyentes".

De todas formas, el proyecto de Tokio ha recibido elogios por lo avanzado y compacto del mismo.

Tokio dice que 23 de sus 34 sedes ya están y que cuenta con los terrenos para las 11 instalaciones nuevas, incluyendo un futurístico Estadio Olímpico para 100.000 espectadores en un muelle de la Bahía de Tokio. La villa de atletas estará cerca, a sólo cuatro minutos en auto.

Japón recurrió a los Juegos de 1964 para mostrarse al mundo como un país renovado y como miembro pacífico de la comunidad internacional dos décadas después de la Segunda Guerra Mundial. Esos juegos fueron esenciales en la reconstrucción económica y social posguerra de un país, que ahora es la segunda economía más grande del mundo.
AP.