Trágico año nuevo

La provincia de Río Negro, en el sur de Argentina, recibió 2012 con dolor y confusión. El 31 de diciembre, en pleno festejo de año nuevo, Carlos Soria, el popular gobernador peronista, murió de un balazo. En un principio, se pensó que se trataba de un ‘accidente doméstico’, pero ahora parece que su esposa, Susana Freydoz, lo mató. La mujer le habría disparado poco después de la medianoche, cuando estaba acostado. La defensa de Freydoz insiste que consumía antidepresivos que, combinados con las copas de la fiesta de San Silvestre, le hicieron perder el control y que por eso actuó “en un estado de perturbación mental”. Sin embargo, ya le imputaron cargos por homicidio. El crimen provocó una crisis entre el tribunal y el nuevo gobernador, quien acusó al juez de divulgar “falsas informaciones”, al sugerir que era un accidente y que Soria habría golpeado a su esposa. El gobernador se había posesionado hace menos de un mes y había logrado una victoria histórica después de 30 años de dominación del Partido Radical.