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El presidente boliviano, Evo Morales, atiende a la prensa en el aeropuerto de Viena (Austria). Morales confirmó que España dio permiso para que el avión presidencial atravesara su espacio aéreo de regreso a Bolivia. | Foto: EFE

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“Trataron de amedrentarme e intimidarme”

Afirmó el presidente boliviano antes de partir de Viena, donde realizó la escala forzosa.

3 de julio de 2013

El avión oficial del presidente de Bolivia, Evo Morales, abandonó este miércoles el aeropuerto de Viena tras permanecer más de 13 horas retenido por la sospecha de que Edward Snowden viajara a bordo, lo que el mandatario calificó como "una agresión a América Latina".

"Esto no es una provocación a Evo Morales, sino a Bolivia y a toda Latinoamérica. Es una agresión a América Latina de algunos países europeos", dijo el presidente sobre la escala forzosa en la capital austríaca por las sospechas sobre el exanalista de la CIA, reclamado por EE. UU..

En el aeropuerto de Viena, Morales aseguró a la prensa que las sospechas de que Snowden, quien reveló la existencia de un programa masivo de espionaje de EE. UU., son "un pretexto". "Sobre todo, para tratar de amedrentarme, intimidarme y escarmentarme. Un pretexto, sobre todo, para tratar de acallarnos en la lucha contra las políticas económicas de dominación", declaró.

El mandatario boliviano añadió que a su vuelta a La Paz estudiarán las posibles medidas que se pudieran tomar por la situación creada, al tiempo que aseguró que los países que le impidieron el transito deberán explicarse ante la opinión pública.

Morales calificó de "error histórico" la negativa de varios países europeos a permitir que su avión sobrevolara sus territorios y les pidió "que se liberen del imperio norteamericano".

La Organización de Estados Americanos (OEA) pidió explicaciones a los países europeos que impidieron que el avión sobrevolara sus territorios, pues pusieron "en riesgo" la vida del mandatario, mientras la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) convocó una reunión extraordinaria para analizar la situación.

Morales y su comitiva, de la que formaba parte el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, salieron rumbo al archipiélago español de las islas Canarias, en el océano Atlántico, para hacer allí una escala técnica en su camino a La Paz.

El avión presidencial boliviano se vio obligado a aterrizar en Viena el martes porque Francia no autorizó que atravesara su espacio aéreo, al igual que otros países europeos.

Aunque Morales aseguró en un principio que el Gobierno español tampoco lo permitió, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo este miércoles que no ha habido "ninguna prohibición" y que España autorizó en la tarde de este martes la escala en Gran Canaria.

"Si ha habido dificultades posteriores ha sido como consecuencia de autorizaciones para sobrevolar espacios aéreos que no son el español", aseguró Margallo.

En París, un portavoz del Ministerio francés de Exteriores dijo a Efe que se había acordado este miércoles "la posibilidad al avión del presidente boliviano" de sobrevolar el espacio aéreo francés, aunque no quiso dar más precisiones al respecto, en particular sobre las razones de la negativa inicial.

Desde Bruselas, la Comisión Europea confirmó que es competencia de cada Estado miembro decidir si acepta o rechaza el acceso a su espacio aéreo, según la portavoz comunitaria de Transporte, Helen Kearns, quien añadió que, por el momento, "no está totalmente claro" por qué Francia y Portugal derivaron el vuelo.

El ministro de Exteriores austríaco, Michael Spindelegger, aseguró, antes de la salida del presidente boliviano, que la policía del aeropuerto de Viena realizó un "registro voluntario", autorizado por el piloto, y comprobó que Snowden no se encontraba a bordo.

"Es una información importante para todos que no haya un polizón a bordo del avión presidencial. Se ha tratado de un rumor tan persistente que ha causado problemas mundiales", lamentó Spindelegger.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, aseguró que los países europeos deben dar explicaciones por poner "en riesgo" la vida de Morales. "Nada justifica una acción tan irrespetuosa con la más alta autoridad de un país", indicó.

Además, tanto la Comunidad Andina (CAN) como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) lamentaron lo sucedido e insistieron en que la retención de Morales en Viena ha puesto en peligro la seguridad del presidente boliviano.

El Secretario General de la CAN, Pablo Guzmán, dijo que "no hay nada que justifique una actitud de esa naturaleza" y consideró que "no solo ha vulnerado los derechos de tráfico aéreo sino la seguridad del presidente" Morales.

Por su parte, la Unasur anunció la celebración de una reunión extraordinaria para analizar la situación.

"Eso no puede dejarse correr como si fuera un hecho normal, sería una forma de aceptar el ejercicio imperial, pasivamente, en países que derramaron mucha sangre para lograr su independencia", añadió el secretario general de Unasur, Alí Rodríguez.