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TRUENO SOBRE LA CASA BLANCA

Varios proyectos del presidente Reagan, en especial su política sobre Centroamérica, desatan agudas críticas en el Congreso.

20 de septiembre de 1982

Estos no parecen ser buenos tiempos para las relaciones del presidente Reagan con el Congreso norteamericano. A la rebelión que inició la bancada demócrata contra el intento presidencial de elevar los impuestos (en 98 billones de dólares durante los próximos tres años), para remediar lo que los observadores han llamado "el mayor déficit presupuestal de la nación" -que asciende hoy a los 121 billones-, se suma ahora la oposición a tres proyectos centrales de la administración Reagan sobre defensa y política exterior.
Reagan vio la semana pasada cómo el Comité de Asignaciones del Senado votó contra un proyecto de su administración, que pretendía recabar 7.5 millones de dólares para iniciar la producción de 1.000 a 3.000 granadas W82. Este es un dispositivo nuclear nuevo, de tamaño pequeño con gran capacidad de radiación, que ha causado preocupación entre los legisladores. (Ver recuadro).
Por otra parte, el deterioro de las relaciones euro-norteamericanas por la decisión presidencial de embargar el gasoducto soviético-europeo, impulsó a un grupo de congresistas integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, a aprobar el 10 de agosto una moción -22 votos contra doce- para rechazar el embargo del gasoducto.Por otra parte, "The New York Times", publicaba un estudio estadístico según el cual por causa de la medida, desde el próximo otoño en los Estados Unidos el acero británico y el francés aumentarán en un 50%, el italiano en 40%, el belga en 30% y el alemán en 20%, haciendo que los gravámenes aduaneros "anti dumping" se constituyan, de hecho, en un cierre del mercado norteamericano a gran parte de la siderurgia de Europa Occidental.
A estas dificultades, se suma una tercera, no menos preocupante para la Casa Blanca: un crecimiento significativo de la oposición en el congreso sobre los compromisos militares norteamericanos en Honduras.
Un número sorprendentemente alto de parlamentarios votó la semana pasada en contra de una solicitud de la administración para acondicionar tres aeropuertos hondureños a cambio de su empleo por la Fuerza Aérea Norteamericana. Tras esa extendida inquietud congresional subyace la convicción de que el gobierno de Reagan desea transformar a Honduras en un bastión militar para emplearlo contra Nicaragua y las guerrillas salvadoreñas.
Este temor también ha sido manifestado por el embajador de Nicaragua en Washington, José Francisco Fiallos, quien declaró el 13 de agosto que el gobierno norteamericano intentaba provocar una guerra entre Honduras y su país.
"Mientras la preocupación del país se ha concentrado en las últimas semanas en Beirut Occidental, serios y preocupantes acontecimientos que suponen una actividad militar estadounidense én Honduras han pasado prácticamente desapercibidos" declaró el senador norteamericano Clairbone Pell, uno de los principales legisladores democrátas en el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta.
"Los Estados Unidos -dijo el senador Pell- se están comprometiendo cada vez más en una relación militar con Honduras que puede contribuir con gran rapidez a elevar la tensión entre ese país y Nicaragua.
"Me temo que se esté desarrollando un clima, alimentado en gran parte por las acciones norteamericanas, de creciente provocación a Nicaragua, que se expresa en represalias similares a las que los actos terroristas de la OLP indujeron en Israel, que han sobrepasado todo límite razonable" señaló el influyente senador.
Pell acusó al ejército hondureño debe ayudar a las bandas antisandinistas a efectuar sangrientas incursiones en Nicaragua. El ejército hondureño, según otras informaciones, recibiría ayuda encubierta de Estados Unidos y contaría también con la asesoría de 30 consejeros militares argentinos.
Según Pell, Honduras ha presentado una solicitud a Estados Unidos para comprar 12 cazabombarderos F-5 "Phantom" que serían sumados a su ya poderosa fuerza aérea.
ADMINISTRACION PARANOICA
El senador demócrata precisó que la ayuda militar norteamericana a Honduras ha alcanzado niveles sin precedentes y que en las recientes maniobras conjuntas, más de 100 militares norteamericanos realizaron operaciones muy cerca de la frontera con Nicaragua.
"Los Estados Unidos deben abstenerse de aumentar su participación militar en Honduras" sentenció Pell. "En cambio -dijo- deberíamos incitar a Honduras y Nicaragua a iniciar conversaciones, lo cual es ciertamente una alternativa mucho más decente que la guerra"
Las observaciones de Pell encontraron eco en la Cámara, donde un intento de los sectores liberales para bloquear 21 millones de dólares que la administración quería entregar a Honduras, a cambio de acceso a sus bases aéreas, perdió por 284 votos contra 113.
A pesar del margen adverso en esa votación, las fuerzas opuestas a la política del presidente manifestaron su satisfacción por el resultado y por el hecho de que Honduras consiguió llamar la atención en la Cámara.
Además, encabezados por el representante de Iowa, Tom Harkin, más de 10 parlamentarios intervinieron posteriormente para denunciar lo que denominaron "militarización" de Honduras.
Harkin pasó revista a la superioridad de la Fuerza Aérea hondureña en la región, al fuerte aumento de la ayuda norteamericana y señaló que 19 millones de dólares de ayuda encubierta fueron destinados al acondicionamiento de campamentos somocistas a lo largo de la frontera con Nicaragua.
"Un país con su economía en condiciones desesperantes recibe en cambio ayuda y consejeros militares. Nuestros intentos por desestabilizar a Nicaragua se traducen en la práctica en la desestabilización de Honduras" subrayó Harkin.
El diputado se declaró convencido de que los 21 millones de dólares servirán para empujar a Honduras a una guerra en la región.
Por su parte el diputado republicano Mickey Leland de Texas, se quejó de que "en tanto la atención de la opinión pública norteamericana se concentra en la tragedia del Medio Oriente, la administración se ha dedicado a armar un ejército hondureño, que a su vez ha dado claras indicaciones de que se prepara para intervenir en un conflicto regional en Centroamérica.
"No podemos seguir impasibles ante la evidente paranoia de esta administración, agregó, la crisis de Centroamérica no es posible resolverla con una avalancha ininterrumpida de ayuda que va a manos de políticos y militares cuyo único mérito consiste en declararse anticomunistas"
Leland dijo que el gobierno tiene planes para proporcionar en los próximos dos años más de 60 millones de dólares a Honduras en ayuda militar. Se trata de una suma siete veces superior a la recibida por Honduras por concepto de ayuda militar en los últimos dos años y 30 veces mayor que el monto correspondiente a 1979.
El representante Harkin, por otra parte, subrayó también que el acuerdo del 7 de mayo último, debe ser analizado en el contexto de actividades norteamericanas más amplias en ese país.
"Todo esto hay que agregarlo a los 19 millones de dólares que esta administración está empleando para desestabilizar a Nicaragua. Además, en la actualidad hay más de 100 asesores militares norteamericanos en Honduras, muchos más de los que hay en El Salvador" agregó Harkin.
El parlamentario precisó que la misión diplomática norteamericana más numerosa "de Texas y Brasil" está en Honduras donde la embajada cuenta con una plantilla de 147 personas. "Habría que preguntarse qué hace toda esa gente" ironizó.
"Si se suman todos estos antecedentes a las últimas maniobras conjuntas, a la ayuda destinada a los guardias somocistas y a todo lo demás, lo que se obtiene es una fórmula segura para el desastre" concluyó Harkin.

LA TENEBROSA W82
Un nuevo tipo se granada bélica conocida en medios militares norteamericanos como la W82, es el más novedoso artilugio nuclear del Departamento de Defensa. Como variante de las recientemente creadas bombas de neutrones, que destruyen a la gente dejando intactos los edificios y otras edificaciones, la granada W82 tendría un poder explosivo mucho menor que un arma nuclear normal, pero emitiría una radiación mortal seis veces superior a la de un arma nuclear normal.
La nueva granada tendría el mismo tamaño de una granada de mano de 15 centímetros, que puede también ser arrojada desde piezas de artillería regular de los ejércitos de la OTAN.
Sus diseñadores pretenden que con su mortífera radiación se pueda matar al personal que conduce los tanques de guerra sin destruir los mismos.
Mark llatfield, senador republicano de Oregon, quien preside el Comité de Asignaciones de la Cámara Alta, dijo que estaba decidido a eliminar ese proyecto, pues, aumentará las probabilidades de una guerra nuclear. "Uno se aparta del concepto de un arma demasiado horrible como para ser usada. Esta arma socava el desalentamiento nuclear" enfatizó.
Tal programa, apoyado firmemente por el Departamento de Defensa, costaría no menos de 3.000 millones de dólares, según cálculos del Congreso. Según esa fuente, cada granada W82 podría costar tres millones de dólares, convirtiéndola en la munición de artillería más cara de la historia.
Fuentes del Congreso dijeron que el elevado costo de la W82 será un elemento en su contra, en tanto que hasta los congresistas conservadores han estado desmenuzando el presupuesto militar en vista de los déficits de gastos sin parangón.
Gary Hart, senador demócrata de Colorado, dice que el plan para trasladar esas armas neutrónicas a Europa en épocas de crisis, sometería a esfuerzos demasiado grandes a los aviones de transporte norteamericanos, que serían necesarios para transportar tropas y suministros en caso de una guerra.
Además, los legisladores han señaiado que la granada W82 alentaría el crecimiento del militante movimiento antinuclear de Europa Occidental, que rechaza la idea de que sobre su territorio se planten armas nucleares y las nuevas bombas neutrónicas. No poco después del anuncio, el año pasado, de que Norteamérica había creado la bomba neutrónica y de que ella podría ser utilizada en una "guerra nuclear limitada", disparó movilizaciones de millones de personas en el viejo continente.
La granada neutrónica mataría gran número de personas sin producir grandes destrozos a edificios, tanques y carros militares. Incluiría un sistema que permitiría ser usada como un explosivo nuclear "normal" o como un arma de radiación intensificada.
El Departamento de Defensa Norteamericano ha explicado que no tiene planes inmediatos para emplazar la W82 y otros dispositivos neutrónicos en europa, sino que, por ahora, esas granadas serían almacenadas en Estados Unidos y llevadas urgentemente a Europa en momentos de crisis.