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| Foto: Efe.

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Ucrania abona el terreno para poner fin al conflicto separatista

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, propone nuevas negociaciones con los separatistas y Rusia.

4 de julio de 2014

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, propuso este viernes una reunión para hablar de un nuevo alto el fuego el sábado entre Kiev, Moscú y los separatistas prorrusos, con la presencia de la OSCE, mientras el Ejército de Ucrania seguía avanzando sobre el terreno.

En una conversación telefónica con la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, Poroshenko propuso el lugar y la hora de la reunión, decidida el miércoles en Berlín y que estaba a la espera de la confirmación de las otras partes, según un comunicado de la presidencia ucraniana.

El presidente ucraniano explicó a Ashton que no había podido prolongar el alto el fuego que venció días atrás porque los rebeldes no lo estaban respetando, según el documento. Ashton le aseguró que podía contar con el apoyo de los 28 países de la Unión Europea.

El viernes circularon informaciones contradictorias sobre el lugar en el que se realizaría la reunión del grupo de contacto.

Según la Organización por la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), podría tener lugar en Donetsk, uno de los bastiones de los separatistas. También informó de que "probablemente" participará la representante de la OSCE, la diplomática suiza Heidi Tagliavini.

Del lado de los insurgentes un representante de la autoproclamada república popular de Donetsk, Andrei Purguin, mencionó la posibilidad de que la reunión se hiciera en Minsk, en Bielorrusia.

Los responsables de Kiev se niegan a ir a Donetsk por razones de seguridad, mientras que los insurgentes no pueden ir a ninguno de los países de la UE por las sanciones que se les han impuesto, dijo Purguin a la agencia de prensa Interfax-Ucrania. "En este contexto, Minsk sería una solución que podría ser buena para todo el mundo", añadió.

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, declaró el jueves que Occidente tenía que "convencer a Kiev" para que responda al llamamiento lanzado el miércoles en Berlín por los jefes de la diplomacia de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.

Para Kiev, volver a un alto el fuego sólo será posible si Rusia obliga a los rebeldes a aceptar las principales condiciones ucranianas, esencialmente recuperar el control de la frontera con Rusia y la liberación de todos los "rehenes".

EE.UU y la Unión Europea consideran, por su parte, que la clave para solucionar el conflicto la tiene Moscú que debería dejar de apoyar a los insurgentes.

En el terreno proseguían las operaciones del ejército ucraniano y, aunque el ejército de Kiev no proporciona mucha información, se supo que habían hecho progresos.

El secretario del Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa, Andri Parubi, declaró el viernes que "fueron eliminados al menos 150 combatientes rebeldes y se destruyeron seis posiciones" durante el combate por el control de Mykolayivka, una pequeña ciudad estratégica cerca de Slaviansk, aunque no anunció oficialmente que la habían recuperado.

Poco después el responsable de defensa de la autoproclamada república popular de Donetsk, Igor Strelkov, reconoció implícitamente estos avances del ejército ucraniano.

En una entrevista publicada en la página web rusa LifeNews aseguró que iban "a ser destruidos" si Rusia no consigue una tregua con las tropas ucranianas "o no interviene con su ejército para ayudar al pueblo ruso que vive aquí".

"Esto ocurrirá en una semana o como máximo dos. La primera que será destruida será Slaviansk con toda su población", añadió este hombre, que según Ucrania es un miembro de los servicios de información rusos.

Los servicios de inteligencia de Kiev acusaron por su parte a un general ruso de apellido Traskin, según ellos miembro de la agencia de espionaje rusa GRU, de reclutar voluntarios en Rostov del Don, cerca de la frontera ucraniana, para infiltrarse en su territorio.

La Alianza Atlántica inició un ejercicio militar naval en la parte occidental del Mar Negro, con la participación de cuatro países balcánicos y EE.UU.