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UN DELFIN AL PODER

José Marìa Figueres, hijo del presidente que desmanteló el Ejército, es el nuevo primer mandatario de Costa Rica.

14 de marzo de 1994

UN ANALISIS SUPERFICIAL del gobierno de Rafael Angel Calderón Fournier diría que la elección de su candidato oficialista hubiera sido inevitable. El gobierno que termina logró en sus cuatro años un crecimiento sostenido que en los últimos dos alcanzó el 13,5 por ciento, uno de los más altos de América Latina. Por eso resulta difícil de explicar la victoria de José María Figueres, candidato del opositor Partido Liberación Nacional, quien derrotó a Miguel Angel Rodríguez por un margen escaso.
La respuesta parece estar en la imagen que proyectó Figueres, no sólo de joven impetuoso e incansable, sino de reencarnación de su padre, José Figueres, también padre de la actual democracia costarricense y el hombre que en 1947 tomó la decisión histórica de eliminar el Ejército.
Muchos señalan que el nuevo presidente sólo se parece a su padre en el físico. Pero Figueres, sin renegar de la liberalización económica, piensa que su país estará mejor con un mayor énfasis en la gradualidad de las medidas y el fortalecimiento de los programas sociales. Algo que parece ser la norma en los muchos procesos electorales que se llevan a cabo en el subcontinente en estos meses.