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UN NUEVO HALCON AL PODER

El ascenso de Nakasone a la cancillería fortalece al "clan Tanaka"

27 de diciembre de 1982

A pesar de que le habían pronosticado que sería el vencedor, el primer ministro Zenko Suzuki, anunció el 12 de octubre su intención de no ser candidato, el 25 de noviembre a la presidencia del Partido Liberal Democrático (PLD) renunciando así al cargo de primer ministro concedido por el emperador al presidente del principal partido en el poder.
Nacido en 1911, diputado desde 1949, Senko Suzuki había sido elevado a la cabeza de su partido y del gobierno en junio de 1980, después de la muerte del primer ministro Ohira.
Ampliamente criticado por su gestión durante los últimos meses, Suzuki no parece haber renunciado a causa de la situación económica de su país que, a pesar de todo, sigue siendo la más sana de los países industrializados.
Su dimisión, oficialmente explicada por la necesidad de organizar "un nuevo leadership" para afrontar las dificultades interiores y exteriores, parece consagrar, más bien, el fin de la tregua que las diferentes facciones del PLD había sellado en torno suyo en 1980.
El fracaso rotundo de las negociaciones que se prolongaron hasta el 15 de octubre, en las cuales el primer ministro había pedido a los principales dirigentes designar su sucesor, evidencia, según los observadores en Tokio, las profundas divisiones que afectan al partido que gobierna al Japón desde 1955.
La caída del primer ministro ha hecho patente, además, el antagonismo de los dos principales "padrinos" de la vida política japonesa: Kakuei Tanaka y Takeo Fukuda. Dirigentes del partido, ex primeros ministros, millonarios, los dos hombres no han cesado de enfrentarse a lo largo de los años. En 1972 Tanaka le arrebató la presidencia del partido, después de gastar fuertes sumas en la campaña por ese cargo. Fukuda denuncio, por su parte, que después de haberse visto implicado en el escándalo Loockheed, Tanaka siguió "gobernando a distancia", gracias a sus hombres situados en los puestos claves de la administración y del Estado.
En este sentido, la "campaña" permitió evocar públicamente algunos escándalos en los cuales una parte de la clase política japonesa se ha visto implicada, mostrando los limites de los partidos de la oposición para tomar ventajas de las dificultades del principal partido gubernamental.
Por otra parte, la presencia de cuatro candidatos ha obligado al PLD a recurrir en su seno a "elecciones primarias".
Según los estatutos, los afiliados al partido --alrededor de un millón- deben ser consultados en el caso de existir varios candidatos. En caso contrario, la elección se lleva a cabo sin la intervención de los militantes.
En esta oportunidad las elecciones internas o "primarias" tuvieron lugar necesariamente por la existencia de cuatro candidatos: tres apoyados por el "clan" de Fukuda, a saber Toshio Komoto, director de la agencia de Planificación Económica, Shintaro Abe, ministro de Comercio Internacional, e Ichiro Nakagawa, director de Ciencia y Tecnología. El cuarto candidato, Yasuhiro Nakasone, quien resultó a la postre vencedor, pertenece al "clan" de Kakuei Tanaka y también se vio mezclado en el escándalo de la Loockheed, pero nunca fue perseguido, como sí lo fue su "manager".
Con el triunfo de Nakasone el 24 de noviembre se evidencia pues, que dentro del PLD el hombre fuerte del partido sigue siendo Tanaka y que a pesar de haber sido procesado es el hombre "tras el poder" en Japón.
Su pupilo Yasuhiro Nakasone, de 64 años, está llamado a convertirse en el nuevo primer ministro. De él se dice que es de derechas, partidario del rearme japonés y del desarrollo en su país de complejos nucleares como recurso energético. Partidario de estrechar aún más las relaciones con Estados Unidos, el nuevo presidente del PLD reconoce al ex presidente norteamericano Richard Nixon como su mentor político. Su segura elección como nuevo premier japonés es sin duda otra buena noticia para Washington, como lo fuera el ascenso de Helmut Kohl a la cancillería de Alemania Federal el 1° de octubre pasado.