Un nuevo miembro

La aceptación de Palestina en la Unesco, efectuada en la Conferencia General del organismo el lunes pasado en París, se convirtió en un nuevo foco de tensiones en el tema de la aspiración palestina de tener su propio Estado. Las reacciones fueron inmediatas y ciertamente agresivas. Estados Unidos anunció que dejará de financiar a la Unesco, con base en dos leyes de principios de los noventa que prohíben que ese país financie agencias de la ONU que reconozcan a Palestina sin que medie un acuerdo de paz con Israel. Lo anterior es un golpe que pone en aprietos la supervivencia del organismo cultural de la ONU, pues Washington cubre el 22 por ciento de su presupuesto.