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UN NUEVO PAIS

Shevardnadze regresa a la cancillería del Kremlin, pero ya nada es como antes.

23 de diciembre de 1991

YA SE HABIA MENCIONADO después del golpe de agosto, y el propio implicado lo había desmentido. Pero la semana pasada se produjo por fin el nombramiento de Eduard Shevardnadze para volver a ser ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de Mijail Gorbachov. El georgiano de cabellera plateada había dejado su cargo en forma espectacular en diciembre de 1990, en medio de un discurso ante el Soviet Supremo en el que denunció las maquinaciones de los sectores ortodoxos del marxismo. No pasó un año antes de que regresara a su cargo, pero el país para el que va a trabajar es completamente diferente. Para empezar, su república natal Georgia, es una de las que se encamina firmemente hacia la separación total. Solo siete de las restantes Rusia, Kazajstan, Azerbaiyán, Kirghizia, Bielorrusia, Turkmenistán y Tadjikistán firmaron la semana anterior el compromiso de Novo Ogar y ovo, por el cual se comprometieron a considerar en sus respectivos parlamentos las nuevas bases de la Unión.
Esas bases son también enteramente diferentes de las que se planteaban cuando el