UN POLEMICO SISTEMA DE DEFENSA

Si los autores del plan tienen éxito, Europa Central se verá en los próximos meses dividida por una tenebrosa cortina de explosivos líquidos, o sea, por una sofisticada tubería que, de ser colocada, convertirá las fronteras entre los países de régimen comunista y capitalista en una línea mil veces más estrambótica que la Maginot de los franceses en los años treintas y más espectacular que la imaginaria "Cortina de Hierro" inventada por Sir Winston Churchill en los años 40. Tal proyecto, dado a conocer el 23 de agosto pasado por un vocero del Departamento de Defensa de Estados Unidos, ha causado sensación y preocupación en círculos políticos de la República Federal Alemana (RFA), país que tendrá el dudoso privilegio de ser el primer país objeto de semejante implante.
Según el Pentágono norteamericano tales tubos garantizarán la defensa de los países de Occidente ante un eventual avance sobre ellos de los tanques y carros artíllados del Pacto de Varsovia. Tal artilugio, proclamó el Pentágono, también podría instalarse en la línea fronteriza que separa Corea del Norte y del Sur. Técnicamente se trata de un inmenso complejo de tubos de 17 centímetros de diámetro que se colocarían a lo largo de tales fronteras y a dos metros bajo tierra. Dispondrían de un detonante de dinamita que en un momento dado haría explotar el tubo. Este estará lleno de una substancia acuosa denominada nitrometano, que para los legos en la materia podría parecerse al agua común y corriente. El nitrometano, que para dicho propósito sería fabricado en cantidades industriales por una empresa norteamericana, no es una substancia peligrosa de transportar pues sólo reacciona a una temperatura de 430 grados, dijeron los voceros del Pentágono, pudiendo acarrearse por ello en camiones y ser depositada en almacenes sin mayores riesgos. Pero una vez lograda esa temperatura por la dinamita, el estallido del nitrometano dispuesto en tales tubos deja enormes zanjas de 17 metros de ancho por 5 de profundidad, por las cuales ningún tanque por más poderoso que sea puede avanzar.
Tan devastador poder motivó obviamente diversas reacciones en Alemania Federal. De los que primero se pronunciaron fueron los directivos del movimiento pacifista y ecologista "Los Verdes" quienes declararon que "el hecho de que los propios sistemas defensivos requieran de la destrucción de las zonas a proteger, demuestra la irracionalidad de las políticas militares". El mismo sector, con el anuncio del Pentágono, vio reforzados sus planes para movilizar miles de personas en diversas ciudades del país, en octubre próximo, contra el armamentismo y la efectuada instalación de euromisiles. Esto último fue registrado con disgusto por las autoridades de Bonn las cuales, a través del ministerio federal de Asuntos Exteriores, expresaron que ellas, en realidad, no habían sido sorprendidas por el contenido de la declaración del Pentágono, pues estaban al tanto de los experimentos, sino "por el momento en que fue hecha" tal declaración. Poco antes el mismo ministerio de Defensa de la RFA había declarado que el proyecto de los tubos explosivos era simplemente "absurdo". Se piensa, no obstante, que de todas formas el gobierno de centro-derecha del canciller Helmut Kohl acogerá el proyecto definitivamente en los próximos meses. En realidad, desde hace dos años, el ejército de la RFA viene participando en ensayos con Estados Unidos donde los famosos tubos han jugado un papel central.
Pese a esto, dos diarios importantes insisten en criticar la instalación de las explosivas cañerías. El General Anzeiger, que refleja indirectamente las opiniones del ministerio de Asuntos Exteriores de la RFA, calificó el proyecto del Pentágono de "broma macabra". También se preguntó: "¿Quién traza realmente la política de Washington? ¿Cómo es posible que militares profesionales se impongan de esta forma sobre los principios declarados por su gobierno?" Y el diario liberal Frankfurter Rundschau fue más allá y sugirió que la tubería de nitrometano debería, más bien, ser ensayada en Estados Unidos y no en la RFA, al afirmar que tal plan es más apropiado para zonas desérticas como Nevada que para un continente tan densamente poblado como Europa.--