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Una de cada cuatro personas paga sobornos en el mundo

La corrupción no es sólo el problema global que más conversaciones genera sino también uno de los que más preocupa, sobre todo en Colombia. Estudio de la BBC.

Alianza BBC
9 de diciembre de 2010

¿De qué se habla en el mundo? ¿Qué nos preocupa a los ciudadanos? Son cuestiones básicas, pero no tan fáciles de contestar. El estudio "El mundo habla" de la BBC buscó -y encontró- algunas respuestas.
 
Esta encuesta se conoce en el marco del Día Internacional Anticorrupción, donde también la organización Transparencia Internacional aprovechó para divulgar las conclusiones del Barómetro de Corrupción Global 2010.
 
De ese estudio se desprende que una de cada cuatro personas en el mundo paga sobornos.
 
La encuesta, realizada para la BBC por la empresa Globescan entre 13.353 adultos de 26 países, concluyó que la corrupción no es sólo el problema global que más conversaciones genera sino también uno de los que más preocupa.
 
En Colombia, por ejemplo, el 88% de la población considera esta cuestión como la más grave desde un punto de vista internacional.
 
En muchos casos, la corrupción es algo cotidiano que afecta a las personas tanto en aspectos privados de su vida como en su relación con las administraciones públicas. Quizá por este motivo está presente en las conversaciones diarias de los ciudadanos.
Más de un quinto (21%) de los encuestados aseguró haber hablado sobre esta cuestión en el último mes.
 
Por detrás quedan otros problemas globales importantes como el cambio climático (20%), la pobreza extrema (18%), el desempleo (16%) y el aumento del precio de los alimentos y la energía (15%).
 
Pobreza extrema y hambre
 
La investigación de la BBC tuvo dos ejes: qué problema global ocupa más conversaciones de los ciudadanos y cuál es el que consideran más grave. Dicho de otro modo, de qué habla la gente y qué le preocupa a nivel global.
 
Si la corrupción emergió como principal tema dentro del primer eje, la pobreza extrema y el hambre -que preocupan al 69% de los encuestados- fue considerado el problema más grave al que se enfrenta el mundo.
 
Por detrás quedaron -de nuevo- la corrupción (68%), la contaminación ambiental (64%) y el terrorismo (61%).
 
Prisma latinoamericano
 
Pero este estudio global permite también una interpretación con ángulo latinoamericano. México, Colombia, Ecuador, Perú y Chile fueron los países latinoamericanos tenidos en cuenta en el estudio.
 
Todos estos estados -con la excepción de Chile- tienen altos grados de percepción de la corrupción de acuerdo con el índice anual elaborado por la organización Transparencia Internacional.
 
En este sentido, el estudio realizado para la BBC confirma que la corrupción es el tema que más preocupa a los colombianos -empatado con la pobreza extrema- ecuatorianos, y peruanos.
 
En cambio, en México preocupa más el aumento del precio de los alimentos y la energía y en Chile, la pobreza extrema.
 
Por otro lado, en Perú y Chile, el cambio climático es el principal tema global de conversación, mientras que en Colombia lo es el desempleo, en Ecuador la delincuencia y en México, la educación.
 
¿Consecuencias de Copenhague?
 
Sin embargo, la corrupción es en todos los casos el segundo tema más hablado, salvo en Chile, donde esta cuestión ocupa la quinta posición, por detrás de problemas como la pobreza extrema, los problemas medioambientales o el aumento de precios de los alimentos y la energía.
 
Pero las preocupaciones de los ciudadanos no son estables y varían en función, entre otros factores, de la actualidad y de los problemas concretos de cada país.
 
De este modo, la encuesta mostró un cambio de tendencia respecto a años anteriores en relación al cambio climático.
 
En la mayor parte de los países industrializados, la percepción de esta cuestión como un problema grave disminuyó notablemente.
 
Esta evolución de la percepción podría deberse a la interpretación como un fracaso de la conferencia internacional sobre Cambio Climático llevada a cabo en Copenhague a finales de 2009.
 
En cambio, a pesar de este factor, en las principales economías emergentes –Brasil, Rusia, China e India- la preocupación por el cambio climático aumentó considerablemente, probablemente, un síntoma de que sus ciudadanos están tomando conciencia de cómo les afecta ese problema y del papel protagonista que sus países deberían tener en los intentos por resolverlo.