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Unasur quiere poner paños fríos

Una reunión inmediata de jefes de Estado de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) podría ser convocada si durante la próxima reunión de cancilleres y ministros de Defensa de dicho organismo, prevista para el 27 de noviembre en Quito, no se logra bajar las tensiones en la región.

Alianza BBC
21 de noviembre de 2009

Una reunión inmediata de jefes de Estado de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) podría ser convocada si durante la próxima reunión de cancilleres y ministros de Defensa de dicho organismo, prevista para el 27 de noviembre en Quito, no se logra bajar las tensiones en la región.

Así lo señaló, en entrevista con BBC Mundo, Fander Falconí, canciller de Ecuador, país que posee la presidencia pro témpore de Unasur.

La cita de Quito se desarrollará en un contexto de conflictos regionales, como la crisis entre Colombia y Venezuela, que se encendió en las últimas horas tras la destrucción de dos pasos peatonales en la frontera entre ambos países por parte de Caracas, y el anuncio de Bogotá de considerar dicha acción como una "agresión" que denunciará ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas (ONU).

Por otro lado, en los últimos días ha aumentado la tensión entre Chile y Perú por un supuesto espionaje chileno contra Lima.

Ambos conflictos han tenido como ingredientes una serie de acusaciones y ataques verbales en los que han participado varios mandatarios y funcionarios de gobierno.

El canciller Fander Falconí dijo que durante la cita de Quito se discutirán estas tensiones.

"Es un momento sumamente complejo en términos regionales. Esto es una paradoja, porque mientras los pueblos tienen la voluntad de avanzar en un proceso de integración, hay problemas de tensión regional que no se pueden ocultar", manifestó.

Doctrina de seguridad regional
El canciller de Ecuador le dijo a BBC Mundo que la Unasur debe lograr no solo que baje el actual clima de tensión regional, sino que se creen las medidas que permitan enfrentar los conflictos bilaterales que se puedan presentar en cualquier momento.

"Desde nuestro punto de vista, ésta es la solución para bajar las tensiones. Lo demás puede ser un tema mediático, una diplomacia estridente, alrededor de caracterizaciones o adjetivos que no contribuyen a la consolidación del proceso de integración", afirmó Falconí.

De allí que el canciller ecuatoriano dijo que en la próxima cita se buscará "encontrar la fórmula de construir una doctrina de seguridad regional".

Para Falconí, "el problema no es que se trate o no ese punto (la crisis entre Colombia y Venezuela), sino cómo se crea una doctrina de seguridad regional que permita bajar las tensiones regionales en base a las creación de medidas de verificación y confianza mutua".

Consenso, para bien o para mal
El canciller manifestó que si bien Unasur podría intervenir en temas bilaterales específicos "si los jefes de Estado dan un mandato específico", la esencia del organismo es fortalecer la integración regional en base al consenso.

"Y esto para bien o para mal, porque en algunos casos el consenso muchas veces limita la capacidad ejecutiva del ámbito de Unasur", reconoció.

Días atrás, el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, había señalado que Colombia está "decepcionada" por el "silencio" de Unasur frente a las expresiones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sobre Colombia, en las que llamó a los venezolanos a prepararse para una guerra.

La Unión Europea (UE) ha pedido una solución a la crisis entre Colombia y Venezuela, mientras que Estados Unidos ofreció una mediación, que no fue aceptada por Caracas.

¿Por qué la Unasur no se ha pronunciado sobre el tema?

El canciller ecuatoriano respondió que la Unasur sí ha venido trabajando en el establecimiento de las medidas de verificación y confianza mutua en la región, pero manifestó que ha sido "paradójico" el que, pese a que en la pasada reunión de cancilleres y ministros de Defensa de la región efectuada en septiembre en Quito, se produjo un acuerdo entre 11 países para desarrollar dichas medidas, "hubo un país en desacuerdo, que fue Colombia".

Falconí puntualizó que Colombia se opuso a que en ese momento se publicitara el convenio militar entre Bogotá y Washington y se establecieran garantías formales de que dicho acuerdo no iba a ser un instrumento para intervenir en terceros países.

En esta ocasión, con nuevos conflictos bilaterales sobre la mesa, la próxima cita de la Unasur buscará retomar los diálogos.

Espionaje
El canciller manifestó que este encuentro también tiene una agenda abierta para temas como las acusaciones de espionaje que diversos países de la región han levantado en las últimas semanas.

Además de las denuncias de Perú sobre un presunto espionaje chileno, semanas atrás Caracas dijo poseer supuestas pruebas de espionaje colombiano a Venezuela, Ecuador y Cuba.