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Hay temor entre los venezolanos ante la amenaza de racionar los productos a la venta. | Foto: AP

CRISIS

Venezuela: poco que comprar y además caro

La inflación es récord y la escasez continúa en medio de nuevas medidas de control en las ventas de productos.

Catalina Lobo-Guerrero, corresponsal de SEMANA en Caracas
7 de junio de 2013

En un país sin escasez, sin inflación, sin crisis, los informes de su banco central son con frecuencia una noticia que pasa casi desapercibida, excepto para quienes siguen de cerca cómo se mueven las ruedas de la economía. Pero en Venezuela, todos esperan con ansiedad cada vez que se anuncia la actualización de los indicadores económicos oficiales. El de este jueves hizo noticia. La inflación alcanzó una cifra récord y el desabastecimiento continúa.

A pesar de que el índice de escasez bajó, pues pasó de 21,3 % en abril a 20,5 % el mes de mayo, continúa estando por encima del 20 %. En ciertos productos, este índice ha estado mucho más elevado en los últimos meses, por encima del 40 % en papel higiénico o harina.

Aunque el gobierno ha anunciado nuevos convenios comerciales con otros países para importar 760.000 toneladas de alimentos y productos de limpieza, los buques que aliviarían temporalmente esa sensación de que país se está hundiendo no han llegado, y el desabastecimiento se evidencia en los anaqueles desocupados en los supermercados, en las colas que la gente hace para pagar, en los recorridos que deben hacer a más de una tienda para encontrar lo que buscan, a veces infructuosamente.

Y no es sólo que no se encuentre el producto, es que tampoco hay mucha variedad de marcas. En Caracas es dónde hay más oferta y mayores opciones, en el interior del país la situación es más grave.

Ante la dificultad, los venezolanos han acudido a las redes sociales. En el Twitter se han activado etiquetas especiales para notificar dónde y cuándo hay tal producto, en Facebook la gente hace convocatorias para ver quién tiene una u otra cosa, y un joven desarrolló una aplicación para Android que se llama “Abastéceme”, que recoge lo que reportan los usuarios y va ubicando en un mapa en qué mercado se encuentra café, azúcar, leche, entre otros alimentos básicos.

Inflación récord

De lo más grave que reflejó el informe es que la inflación llegó 6,1 %, pero la de alimentos y bebidas llegó al 10 % y servicios en restaurantes aumentaron 6 %. Y comparando con meses anteriores, se observa que en un año los precios han aumentado en 35,2 %. Esto se palpa en el descontento de la gente en los súper mercados que están dejando de comprar productos porque no pueden pagarlos, y no sólo los más pobres.

El presidente del Instituto Nacional de Estadística, Elías Eljuri, dijo hoy que la inflación debe empezar a bajar a partir de julio, cuando lleguen los alimentos que vienen en camino. Pero siguen persistiendo otros problemas como el difícil acceso a materias primas y a divisas, que también afectan la producción nacional y hacen al país cada vez más dependiente de las importaciones.

Algunos economistas consideran que si el gobierno no hace una nueva devaluación del bolívar, el año cerraría con una hiperinflación del 40 %. El gobierno ha negado que ésta sea una posibilidad y le achaca la actual crisis económica a un sabotaje por parte de sectores privados que acaparan los productos y hacen operación tortuga en la producción, y a contrabandistas que están enviando los alimentos para Colombia.

No es casual que la gobernación del Zulia, estado fronterizo, haya decidido implementar un nuevo mecanismo de racionamiento de ventas. Aunque el gobernador Francisco Arias Cárdenas había dicho que consultaría la medida con Miraflores, en Maracaibo empezaron a registrar desde esta mañana que en los supermercados de la ciudad le estaban pidiendo la cédula a los compradores en las cajas registradoras.

Una vez quedan registrados, no pueden hacer más compras de 20 productos que están regulados durante todo el día. La medida busca detectar a los “bachaqueros”, que van a 7 mercados o almacenes en un mismo día y lo que compran lo revenden mucho más caro al otro lado de la frontera.

El salvavidas colombiano

El contrabando de alimentos es apenas uno de los temas en la agenda económica bilateral entre Colombia y Venezuela que está pendiente.

Las reuniones entre ministerios de ambos países, tanto en Bogotá como en Caracas, se empezaron a dar hace dos semanas, antes de que se desarrollara una crisis diplomática por la visita del líder opositor, Henrique Capriles al presidente Juan Manuel Santos. Como parece que el impasse ha sido superado, ambos gobiernos están reanudando la agenda, que contempla que el país envíe a Venezuela alimentos a cambio de petróleo.

“En Colombia tenemos la capacidad de proveer a Venezuela con los productos de necesidad básica…. Estamos más que contentos de acordar mecanismos comerciales específicos, mecanismos de pago para poder aumentar nuestras exportaciones”, dijo el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, a la agencia Reuters.

Muchos empresarios colombianos, sin embargo, aún son reacios a reanudar actividades comerciales en el vecino país, al que ven políticamente inestable y con un modelo económico que no le ofrece garantías en las reglas del juego al capital privado.