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VICTORIA DE PAPEL

El plan del G-8, aceptado por Milosevic, es la primera esperanza real de paz . Pero nada <BR>garantiza su éxito.

5 de julio de 1999

La aceptación del plan de paz del G-8 por parte del presidente serbio Slobodan Milosevic dejó
perplejo a todo el mundo. No sólo se produjo apenas una semana después de que el serbio había sido
acusado formalmente de crímenes contra la humanidad, sino que significó la renuncia de varios de los
principios que hasta entonceshabía considerado como no negociables. Aunque hubo consenso en que se
trató del primer paso en firme hacia la paz, la movida de Milosevic dejó la sensación de que de nuevo está
jugando al gato y al ratón con la Otan y con su líder, Estados Unidos.Milosevic entendió que un país de 11
millones no podría resistir por mucho tiempo más la presión de la mayor alianza militar de la historia ni el
bombardeo más encarnizado desde la Segunda Guerra Mundial. Y que, aunque esté bajo orden de captura,
llevarla a cabo es muy difícil. Pero cuando decidió agachar la cabeza condujo sus negociaciones con Victor
Chernomyrdin, el enviado de Rusia, su mejor aliado, y se plegó ante un plan diseñado por el G-8, el grupo de
los siete países más ricos del mundo (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Japón, Italia, Francia) más Rusia.
Con ello privó a la Otan de la satisfacción de cantar victoria, no sólo porque no capituló sino porque el plan
no pone en tela de juicio la soberanía de Yugoslavia sobre Kosovo.El plan del G-8 surgió hace tres
semanas en un momento en que el presidente norteamericano Bill Clinton y el primer ministro británico Tony
Blair insistían en continuar indefinidamente con los bombardeos. Querían obligar a Milosevic a aceptar las
condiciones del acuerdo de Rambouillet, que el serbio se había negado a firmar ante una provisión que
implicaba la independencia de Kosovo. Las cancillerías de Alemania, Rusia e Italia decidieron buscar una
salida intermedia a una situación que parecía encaminada a una invasión terrestre de consecuencias
insospechadas. El nacimiento del plan tuvo el efecto inmediato de darle un viso de legalidad a la intervención
al devolverle su papel a la ONU a costa de la Otan. A grandes rasgos, el plan consiste en el regreso de los
refugiados bajo la protección de un contingente internacional autorizado por el Consejo de Seguridad de la
ONU, el retiro de las tropas serbias, el fin de la violencia , la terminación de los bombardeos de la Otan y
el establecimiento de un régimen de autonomía amplio para la región. Pero como se ve en el recuadro,
cada uno de los puntos tiene dificultades. Y el conjunto podría ser una pesadilla. Lo cierto es que la puesta
en práctica del plan de paz tiene una complejidad extraordinaria. Se trata de coordinar la salida de las tropas
serbias de Kosovo tan pronto como se pueda, pero no tanto como para permitir que el Ejército de Liberación
de Kosovo (ELK) llene el vacío. Organizar la entrada a Kosovo de las tropas internacionales con una
comandancia que complazca a todas las partes. Hacer regresar a los refugiados y detener los bombardeos,
en una coreografía intrincada. Y resolver cuestiones como la determinación de qué tantas tropas serbias
deben salir por día para que la Otan detenga los bombardeos, o las tropas de cuál nacionalidad deben
ingresar de primeras a Kosovo.Y lo peor es que este es un armisticio en que ninguna de las dos partes ha
sido derrotada militarmente. Como dicen los analistas del Stratfor Institute, "este es un arreglo de paz en
que la opción de la guerra queda abierta a ambos lados de la mesa". Lo más complicado es que en el de la
Otan hay varias partes con intereses que no son necesariamente compatibles y que el acuerdo no resuelve el
panorama de los Balcanes. Todo ello explicaría el poco entusiasmo con que Clinton y Blair recibieron el
anuncio y que hayan anunciado que los bombardeos continuarán hasta que los yugoslavos prueben hasta
la saciedad que están cumpliendo sus compromisos. Aunque ambos están comprometidos con el plan por
pertenecer al G-8, ambos saben que el acuerdo de paz, de llevarse a cabo, es en la práctica un revés de la
Otan en su primera salida como policía mundial ahora que su justificación histórica como talanquera contra
el bloque comunista ha desaparecido. De ahí que la supuesta victoria de la Otan podría ser su derrota. Y de
ahí que la paz, que parece tan cercana, puede ser apenas el comienzo del próximo conflicto. nAcuerdos
complicados
1. Terminación inmediata y verificable de la violencia en Kosovo. En contra: no es posible garantizar que
ninguno de los actores del conflicto decida seguir adelante con las hostilidades a largo plazo.
2. Retirada del ejército, la policía y el Ministerio del Interior de Serbia de acuerdo con un plan acelerado. En
contra: no incluye a los combatientes del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), los cuales aspirarían a
llenar el vacío de los serbios, ni si un retiro parcial sería aceptable.
3. Despliegue en Kosovo de una fuerza multinacional para proteger a los refugiados que regresen a sus
hogares. En contra: la fuerza para llevar a cabo adecuadamente esa labor requeriría al menos 100.000
soldados, y reunir los que faltan es una operación larga.
4. La Otan tendrá una 'participación esencial' en las fuerzas multinacionales bajo un control y comando
unificados.En contra: la Otan exigía que las fuerzas estuvieran bajo su comando exclusivo.
5. Establecimiento por parte del Consejo de Seguridad de la ONU de un gobierno interino que asegure las
condiciones para la normalización de la vida en Kosovo y una autonomía amplia para la región.En contra: no
especifica si la etapa transitoria conducirá a la independencia de Kosovo o a la restauración del poder serbio.
Cualquiera de las dos posibilidades son inaceptables para las dos partes.
6. Luego de la retirada un número determinado de serbios regresará para hacer labores como servir de enlace
con las fuerzas multinacionales, señalar las minas terrestres y hacer presencia en los lugares sagrados de los
serbios.En contra: no se ha determinado el equipo que podrán tener, sus funciones ni el tiempo que tomará su
misión.
7. Los refugiados podrían regresar libremente y con toda seguridad a sus hogares apoyados por
organizaciones humanitarias. En contra: se trata de 1,6 millones de desplazados y refugiados que encontrarán
sus casas quemadas, sus pertenencias saqueadas y los odios étnicos intactos.
8. El proceso asegurará una amplia autonomía para Kosovo, preservando la soberanía y la integridad
territorial de Yugoslavia. El ELK deberá desarmarse.En contra: no hay garantía de que el ELK acepte
desarmarse. Ni resuelve el problema fundamental de que los kosovares quieren independencia y Serbia no
quiere perder a Kosovo.
9. Se contempla un plan de desarrollo económico y la participación internacional en la
reconstrucción para asegurar la estabilidad democrática, la prosperidad económica y la cooperación.En contra:
no se sabe de dónde saldrán los fondos para eso.