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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama (izq.) en su encuentro con el presidente de Rusia, Vladimir Putin (der.), en la cumbre del G-8, en Irlanda. | Foto: AP / Evan Vucci.

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Vladimir Putin se enfrenta a Obama

El presidente de Rusia no le entrega a Snowden. En EE. UU. se critica la debilidad de su mandatario

25 de junio de 2013

No son buenas épocas para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Y los días por venir pueden ser peores. El presidente ruso, Vladímir Putin, lo ha mostrado ante el planeta como un mandatario débil al negarse públicamente a entregarle a Edward Snowden, el técnico de computadores acusado de traición a la patria.

Ante tan inesperada respuesta, Obama quedó perplejo. Snowden, exempleado de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense permanece en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremétievo desde el domingo, cuando llegó procedente de Hong Kong.

Esta circunstancia le caído como anillo al dedo a Putin. “El señor Snowden efectivamente llegó a Moscú. Para nosotros esto fue totalmente inesperado. Llegó como pasajero en tránsito. No necesita visa ni otros documentos, tiene derecho a comprar un pasaje y volar adonde quiera”, dijo desde Finlandia, donde está en visita oficial. Y para echar más sal en la herida agregó: “Él no cruzó la frontera, por eso no necesita visa. Cualquier crítica hacia Rusia son desvaríos y tonterías”.

Putin, según la agencia rusa RIA, también declaró que el filtrador “es una persona libre” y que “cuanto más rápido elija su destino final, mejor será para nosotros y para él”. Aseguró, además, que los servicios secretos rusos “nunca han trabajado con el señor Snowden ni lo hacen hoy”.

El dirigente ruso dio a entender que difícilmente Washington contará con la colaboración de Moscú en este asunto: “Assange (el fundador de Wikileaks) y Snowden se consideran defensores de los derechos humanos que luchan por la divulgación de la información. Yo les pregunto ¿Hay que entregar a esa gente para que sea encarcelada? En cualquier caso, preferiría no ocuparme de este tipo de cosas, porque es lo mismo que trasquilar a un cerdo: mucho chillido y poco pelo”.

Es decir que mientras Putin recurre al lenguaje popular para ironizar contra Obama, éste se encuentra en una encrucijada. El diario El País recuerda el encuentro de los dos jefes de Estado hace unos días: “Tensos y con caras de malas pulgas, Barack Obama y Vladimir Putin dejaron en evidencia ante el mundo en su encuentro de la semana pasada en Irlanda del Norte que no son, precisamente, grandes amigos. El caso Snowden podría elevar esa pobre comunicación personal a la categoría de un serio enfrentamiento diplomático entre las dos grandes potencias nucleares, rememorando momentos de la Guerra Fría que parecían superados”.

“Después de rebatir la política de Obama en Siria, en Irán y en lo que concierne a la seguridad de Europa, Putin le niega a su colega norteamericano incluso un pequeño gesto conciliador en el que no hay claros intereses rusos en juego. Si se admite que, teniendo en cuenta el estado de la libertad de expresión en Rusia, la decisión de Putin no está movida por su amor a esa causa, habría que deducir que su intención es la de meterle el dedo en el ojo a su rival y plantear las relaciones con Washington desde una posición de fuerza”, agrega en un análisis el rotativo.

Entre tanto, Obama se muestra casi suplicante. El Departamento de Estado pidió en las últimas horas a Rusia que mantenga “la buena cooperación” de los últimos meses en materia policial y explore “todas las opciones” para entregar a Estados Unidos a Snowden y le recuerda que está acusado por Washington de espionaje, entre otros cargos, por filtrar secretos.

El portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell, dijo este martes en rueda de prensa que, pese a que no existe un tratado de extradición entre Moscú y Washington, Rusia “tiene la posibilidad de cooperar” como ha hecho en los atentados de Boston, del pasado mes de abril. “Creemos que hay bases para la cooperación policial y de seguridad y expulsar a Snowden a partir de los cargos contra él y el estatus de su documentos de viaje”, indicó Ventrell.

El pasaporte de Snowden fue cancelado poco después de que el pasado viernes se hiciesen públicos los cargos contra él y se solicitara su extradición a Hong Kong, donde se encontraba el extécnico de la CIA y subcontratado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). En un comunicado, la portavoz de la Casa Blanca, Caitlin Hayden, dijo que hay “clara base legal” para proceder a la entrega de Snowden “sin retraso” y en base a “la fuerte cooperación policial y de seguridad que tenemos” con Rusia.

El portavoz del Departamento de Estado recordó, por ejemplo, que el pasado año se entregaron a las autoridades rusas alrededor de un centenar de personas buscadas por la Justicia rusa, entre ellas criminales de alto perfil. El clamor sin embargo no logró siquiera inmutar a Putin quien volvió a insistir que para él Snowden se encuentra en la zona de tránsito del aeropuerto internacional de Moscú-Sheremétievo y no ha ingresado en Rusia, al tiempo que descartó su extradición a Estados Unidos, porque es un “hombre libre”.